BARCELONA - El juicio a los políticos soberanistas encarcelados por el 1-O llama a la puerta y las defensas de los acusados calientan motores preparando sus escritos. Andreu Van den Eynde, abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, pedirá la absolución de sus clientes por los delitos de rebelión, sedición y malversación, sin mencionar el de desobediencia. Lo hace en un texto que incluye un alegato político en favor del referéndum y donde se acusa al Estado español de haber convertido la causa “en un ejemplo de instrumentalización del proceso penal para la persecución de un movimiento que anhela un objetivo político legítimo en democracia”. El documento recoge además que en el proceso judicial “la presunción de inocencia ha sido destruida a través de una campaña de criminalización de los investigados y posteriormente acusados efectuadas desde instancias oficiales del poder político, judicial o de la Fiscalía”. El letrado considera que, de seguir en prisión, se vulnerará su derecho a la defensa y reclama que el juicio, aunque siga instruyéndolo el Tribunal Supremo, se traslade a Barcelona.
“Antes que independentistas, son demócratas y pacifistas”, se subraya en el escrito, por lo que descarta que pudieran incurrir en un delito de rebelión, que implicaría uso de la violencia. Además, se establece que ambos dirigentes republicanos no son culpables de sedición, ya que se limitaron a ejercer “derechos fundamentales básicos”, ni tampoco de malversación, “al no existir ningún acto cometido por autoridad de sufragar de forma ilícita gastos contrarios al deber de fidelidad a la custodia de fondos públicos”. En las 115 páginas del documento se ataca a distintos estamentos estatales por su comportamiento en las semanas previas y posteriores a la jornada electoral de la que se les acusa, recalcando la defensa que la Generalitat siempre quiso mantener un diálogo fructífero con el Gobierno español que presidía Mariano Rajoy. Junqueras y Romeva solo admiten haber actuado de forma unilateral en una ocasión: cuando decidieron convocar e impulsar la consulta. Sobre la declaración unilateral de independencia alegan que fue una “expresión más de la voluntad política, sustentada en una actuación pacífica, democrática, legítima y parlamentaria, de generar un escenario de negociación multilateral ineludible” entre Catalunya, el Estado español y la Unión Europea.
Para el abogado, el referéndum fue la excusa del Estado para generar “un relato” sobre el movimiento secesionista, cargando contra la secretaria judicial del Juzgado de Instrucción número 13 de haber aportado “una versión tergiversada que sirvió de perfecta excusa para la construcción de un relato apocalíptico” de los hechos del 20 de septiembre ante el Departamento de Economía y Hacienda. Junqueras y Romeva pedirán a su vez que puedan utilizar el catalán y que se habiliten cinco plazas en la sala para observadores internacionales.