madrid - PP y Ciudadanos se enfrentaron ayer por el papel que debe tener la ultraderecha de Vox en las futuras alianzas de la derecha en el Estado español. Los populares, que apuestan de manera indisimulada por acercarse a los ultras para volver a agrupar el voto de la derecha y para sumar más que la izquierda en las instituciones, se toparon ayer con la negativa de Ciudadanos a secundar la estrategia andaluza en todos los municipios y comunidades autónomas. Pide contar con el PP y el PSOE, aunque también dijo lo mismo en Andalucía. Además, solo defiende que sería lo “ideal” quedarse con las fuerzas de centro. En cualquier caso, la preocupación de Ciudadanos es real y va más allá del recelo a pactar o no con la ultraderecha de Vox: el partido de Rivera había nacido con la esperanza de captar votos del PP y del PSOE, pero en los últimos tiempos ha aparecido claramente escorado hacia la derecha tras su pacto con el expresidente Rajoy y, ahora, con una oposición inclemente al Gobierno socialista de Pedro Sánchez y con un pacto entre las derechas en Andalucía que incluye a Vox. El PP, por el contrario, le apretó ayer y le pidió desalojar a los socialistas y a Podemos de todas las instituciones, y no pactar con el PSOE.
El partido de Albert Rivera intenta trasladar la idea de que la alianza en Andalucía es un experimento puramente andaluz, y ayer siguió tratando de vender que el acuerdo en esa comunidad autónoma será a dos, entre PP y Ciudadanos, y que Vox se limitará a apoyarlos en la investidura. Sin embargo, el PP va a arrancar una negociación oficial con Santiago Abascal mañana mismo. Que Ciudadanos se negara a ese pacto y ahora esté haciendo de tripas corazón en Andalucía arroja también dudas sobre su negativa a extrapolar este acuerdo al resto del Estado, porque también se resistió en Andalucía y ha terminado asumiendo el pacto. Todo parece una pelea a nivel declarativo entre el PP y Ciudadanos dentro de su propia pugna electoral, mientras asumen un reparto de papeles en Andalucía donde los populares se han encargan de pactar con Vox, y el partido naranja mira hacia otro lado.
Fue el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien rechazó en una entrevista a Europa Press la oferta del presidente del PP, Pablo Casado, de exportar el modelo andaluz a otras comunidades autónomas y ayuntamientos, y defendió que tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo pactará institución a institución tanto con el PP como con el PSOE.
Según dijo, la política de pactos de Ciudadanos consistirá en cerrar acuerdos “desde el centro, no desde los extremos”. No obstante, después solo dijo que el pacto con PP y PSOE sería lo “ideal”, y añadió que el sanchismo complica la alianza. “Pero vamos a ver de aquí a mayo cómo está el sanchismo: si controla todo el PSOE, o hay algunos lugares donde el PSOE decide no mirar a la radicalidad, sino hacia el centro”, dijo Villegas.
El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, pidió en la misma agencia informativa “claridad” a Ciudadanos ante las elecciones, porque el objetivo del PP es “echar a PSOE y Podemos de las instituciones”. El popular rechazó que su partido se esté olvidando del centro ante la irrupción de Vox. “El centro es poner a las personas en el centro de las políticas. Por eso el PP hoy habla claro. No se trata de moverse en el centro o en la derecha, sino de hablar claro”, dijo.
En este contexto, el portavoz de C’s en Andalucía, Juan Marín, aseguró que el acuerdo andaluz se va a anunciar en breve y podrán enviar al PSOE a la oposición. Sin embargo, volvió a hablar de un gobierno “únicamente” entre C’s y PP.