sevilla - Tras el acuerdo programático alcanzado por PP y Ciudadanos para Andalucía, y cuando ambas formaciones tienen previsto abordar esta semana la composición del futuro gobierno de coalición, el relevo en este feudo tradicional del PSOE puede acabar naufragando por su flanco más débil: el necesario apoyo de Vox en la sesión de investidura del nuevo presidente de la Junta. La formación que lidera Santiago Abascal trazó ayer una línea roja que puede frustrar el relevo de Susana Díaz al advertir de que no apoyará el pacto relativo a la lucha contra la violencia de género. Una cuestión que desde PP y C’s se apresuraron a asegurar que es innegociable.

En concreto, el punto 84 acordado por el PP y la formación naranja señala que impulsarán un gran acuerdo contra la violencia de género en Andalucía que desarrolle los “avances” del pacto de Estado y que implemente, con dotación presupuestaria suficiente, “todas y cada una de las medidas previstas” en la ley de julio del año pasado de prevención y protección integral contra esta “lacra social”. El partido de ultraderecha, en consonancia con su ideología y programa, se rebeló ayer contra este punto, que desdeñó arremetiendo contra la “ideología de género y las asociaciones feministas podemitas radicales”. En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Vox trasladó a PP y C’s que “no les dará su apoyo si no eliminan, entre otros, este punto de su acuerdo”.

Una posición maximalista que resulta inasumible por la especial sensibilidad que existe actualmente tras casos como el de la sentencia de La Manada y el movimiento Me Too. Pero el propio líder de Vox en Andalucía, Francisco Serrano, subrayó ayer esta posición afirmando que “en política social todos siguen, con sumisión lanar, los mandamientos de la dictadura de género. ¿Dónde está el cambio?”. Advirtió a los partidos liderados por Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, de que “esos pactos que los suscriban con PSOE y Podemos”.

Efectivamente, el debate parlamentario en la futura Junta estará abierto a esta combinación, pero PP y C’s no podrán eliminar este punto de su acuerdo programático, como les exigió el partido ultra, por el enorme coste de imagen que les supondría. Así lo pusieron de manifiesto ambas formaciones con su contundente respuesta a los de Abascal. El vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, dijo que su partido “no va a renunciar a la protección de las mujeres”, lo que a su juicio “es compatible con decir que quien haga una denuncia falsa pague por ello”. Rechazó, eso sí, poner en el mismo plano la violencia de género y las denuncias falsas. “Siendo ambas cosas dramáticas, no se pueden comparar. Quien no lo comprenda tiene un problema difícil de explicar. Eso lo comparten hasta los partidos que forman la familia política de Vox en Europa”, zanjó.

En esta línea, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, avisó a Vox de que “luchar contra la violencia machista con recursos y medidas para que nadie abuse de una mujer no es una opción, es una obligación para todos”. En su cuenta personal de Twitter, añadió que “la libertad y la igualdad no se negocian”.

El resto de formaciones políticas también marcaron su posición, y así el PSOE, que corre el riesgo de perder la Junta después de casi 40 años, afirmó que las condiciones de Vox “van claramente en contra de los derechos de los andaluces. Hoy van en contra de los derechos de las mujeres, mañana pondrán como condición la devolución de la sanidad o la educación, y pasado mañana pedirán la eliminación de la autonomía”, según el secretario de Relaciones Institucionales del PSOE andaluz, Francisco Conejo.

Por su parte, la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, calificó las declaraciones de Vox como “una clara expresión del carácter misógino, antimujeres y de su complicidad con los asesinatos vinculados a la violencia machista”.

Contra los hombres Las voces que, desde Vox, clamaron contra los avances en igualdad de género pactados por PP y C’s fueron ayer múltiples. El secretario general del partido ultra, Javier Ortega Smith, reclamó eliminar la ley andaluza contra la violencia de género, ya que “ha conculcado los derechos de una parte de la población, en este caso de los hombres”. Agregó que este tipo de normas atentan contra la Constitución y la convivencia, y propuso sustituirlas por leyes que “traten de verdad con igualdad a todos”.

Tras el aluvión de críticas que provocó esta postura, Francisco Serrano, portavoz de Vox en la Cámara andaluza, escribió un segundo tuit en el que reclamó que “no se manipule más” y explicó que “lo que pedimos es que las ayudas lleguen a todas las personas que sufren violencia en el ámbito familiar, sin discriminación alguna”.