bilbao - El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, instó ayer a PNV, PSOE y PP a que reconozcan “la violencia ejercida y el sufrimiento causado por ellos”, de la misma manera que lo ha hecho “la izquierda abertzale y también la misma ETA”. Asimismo, avisó de que “también es violencia tratar de imponer un relato de vencedores y vencidos, de buenos y malos, de justos e injustos”. Rodríguez participó en Arrigorriaga en un acto de homenaje a José Miguel Beñaran, Argala, en el 40 aniversario de su asesinato, en el que recordó “su doble condición de militante político y de víctima del terrorismo de Estado”.
Argala fue uno de los ideólogos de la organización armada y murió asesinado el 21 de diciembre de 1978 por una bomba colocada bajo su coche en Anglet. En su alocución, el líder de Sortu indicó que José Miguel Beñaran tuvo que padecer “la represión, el exilio y la muerte”, y afirmó que, tanto él como su generación, “vieron claramente que aquella mal llamada transición democrática no era más que una transacción que tenía por objeto dejar todo atado y bien atado”. “Vio claramente que, de la mano de la Constitución española y los estatutos de autonomía subsiguientes Euskal Herria no podría conocer una democracia, una justicia, una libertad y una paz verdaderas. Vieron claramente que era necesaria una ruptura democrática con el franquismo. Y que, para eso, era necesario articular un frente democrático-soberanista amplio, propuesta puesta encima de la mesa en Txiberta”, relató Rodríguez.
A su juicio, 40 años después, “una mayoría del pueblo vasco, del pueblo catalán y amplios sectores del Estado español” comparten este análisis y constatan que “tiene mayor vigencia que nunca”. “El régimen del 78 tiene muy poco de democrático. Y es que no es un régimen democrático aquel que tiene por jefe de Estado a alguien designado a dedo; mucho menos aún a alguien designado a dedo por un dictador. No es un régimen democrático aquel que se vale de la fuerza de las armas para negar el derecho de autodeterminación e imponer la unidad de España. No es un régimen democrático aquel que 40 años después continúa sin cumplir los estatutos de autonomía, y que recorta sistemáticamente nuestro autogobierno”. - E.P.