Gasteiz - Los políticos catalanes Jordi Turull, Jordi Sànchez, Quim Forn y Josep Rull decidieron ayer abandonar la huelga de hambre que iniciaron el 1 de diciembre después de que en este periodo se hayan resuelto cinco recursos de amparo, lo que a juicio de su portavoz, Pilar Calvo, demuestra que “de alguna manera esta huelga de hambre ha despertado al Tribunal Constitucional”.
Los políticos presos habían iniciado esta medida de presión ante la falta de respuesta de la Justicia a sus requerimientos, pues tras 370 días en la cárcel no había llegado ni una sola respuesta desde el Constitucional. Además, cinco expresidents de la Generalitat (Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas y Carles Puigdemont”, cuatro del Parlament Cámara (Joan Rigol, Ernest Benach, Núria de Gispert y Carme Forcadell), y el actual Síndic de Greuges, Rafael Ribó ) firmaron una carta en la que les pedían que abandonaran la huelga, que tras tres semanas empezaba a hacer mella en su salud. También el actual president, Quim Torra, se sumó posteriormente a esta petición.
Calvo destacaba ayer que es la primera iniciativa de esta naturaleza en cuarenta años, en una “acción excepcional para una situación excepcional”, y ha tenido como consecuencia que “el cajón del TC se ha abierto”. Además, afirmó, se ha logrado concienciar a la opinión pública, también a nivel internacional, pues los presos han recibido más de 200.000 firmas de apoyo. “Los presos soberanistas en huelga de hambre han sido testigos de que las acciones políticas hechas desde el compromiso y enmarcadas en la no violencia tienen resultados”, dijo Calvo, quien leyó una carta de los presos en la que emplazan a que la actitud cívica y pacífica desborde las calles de la capital catalana hoy. El objetivo de este llamamiento es “hacer escuchar, una vez más, la voz colectiva a favor de la libertad, del pleno ejercicio de los derechos fundamentales y que se respete la voluntad de autodeterminación”.
Una vez abandonada la huelga de hambre, los tres presos fueron trasladados en la tarde de ayer a la Unitat Hospitalària Penitenciària de Terrassa (Barcelona) “para volver a ingerir alimentos bajo control médico”. Según informaron fuentes de los Servicios Penitenciarios a Europa Press, se trata de una medida prevista por el protocolo de huelgas de hambre, “si los facultativos lo consideran necesario”, y se recuperarán en habitaciones individuales. Turull fue el único de los cuatro dirigentes que iniciaron la huelga de hambre que tuvo que ser trasladado a la enfermería de Lledoners, mientras que el resto seguían en su módulo.
Ahora la duración del ingreso responderá a criterios médicos y las visitas de autoridades “quedarán muy restringidas” en el centro hospitalario, donde los internos tienen derecho a dos comunicaciones de 30 minutos a la semana.