madrid - La posibilidad de que los presos de ETA se descuenten la condena cumplida en el Estado francés se ha complicado en extremo. No tendrán otra alternativa que la tortuosa e improbable vía de la consulta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea si quieren que el Estado español les descuente la pena cumplida en Francia. El Gobierno español de Pedro Sánchez dejó ayer en vía muerta la otra opción, la que parecía más factible por el discurso posibilista de los socialistas en materia penitenciaria, pero que finalmente ha quedado sepultada: el PSOE tuvo ayer una abstención crucial y decisiva en el Congreso de los Diputados que provocó que cayera la propuesta del PNV para reformar la ley, suprimir la triquiñuela del expresidente Rajoy que impide descontar las penas, acabar con la excepcionalidad española y asumir la decisión marco europea que permitía homogeneizar este asunto y tener en cuenta los años de cárcel purgados en países miembros del club comunitario. Esta abstención, sumada al voto en contra del PP y C’s, provocó que el Congreso rechazara la admisión a trámite de la propuesta, de manera que ni se le ha dado oportunidad de ser negociada. El PNV lamentó este desenlace.
Los socialistas no mostraron ayer su rostro más posibilista en los dos debates relacionados con la convivencia que planteó el PNV en el Congreso de los Diputados. La posición del PSOE fue decisiva para que decayeran dos iniciativas jeltzales: se abstuvo en esta admisión a trámite, y votó en contra de una moción para elaborar un informe que reconozca a las víctimas de torturas sufridas entre 1978 y 2017. Mikel Legarda defendió ambas iniciativas.
Tal y como publicó este periódico, Sánchez ya había dejado caer en un anterior debate que no cambiaría la ley. El expresidente Rajoy limitó en extremo la aplicación de la decisión marco europea con la Ley Orgánica 7/2014, que acotaba el descuento a las sentencias posteriores a 2010. Esa triquiñuela convirtió a España en una excepción en la aplicación de la decisión europea. Sin embargo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha desestimado los recursos de los presos, de ahí que la vía de la reforma legal fuera el único resquicio real y viable para dar la vuelta a la situación.
El socialista Gregorio Cámara argumentó que la decisión marco europea tiene en cuenta el principio de subsidiariedad y subraya que se han de “respetar las resoluciones nacionales”. A partir de ahí, defendió que la ley que cuestiona el PNV tuvo un respaldo muy amplio, del 92% de las Cortes estatales. Quiso dejar una rendija abierta cuando dijo que, si Europa debate al respecto, su grupo pondrá tomar posición. Unidos Podemos, por el contrario, votó a favor de la propuesta jeltzale para que España “recupere la confianza del resto de estados de la Unión Europea”.
tensión En este debate, el PSOE tuvo el marcaje inclemente del PP y Ciudadanos, que atacaron al PNV por llevar al pleno asuntos relacionados con los presos y las torturas. Desde el PP, Leopoldo Barreda lanzó: “¿Qué les debe el PNV a los terroristas de ETA? No permitamos que tanta hojarasca impida ver el objetivo político de que los etarras salgan antes de prisión”. Desde Ciudadanos, Juan Carlos Girauta pidió arrepentimiento y delación a los presos.
Legarda, por su parte, defendió que su petición es “lógica y va en consonancia con la regulación que han hecho la inmensa mayoría de los países europeos”. Tuvo un rifirrafe con Girauta, que acusó a Legarda de ocultar la sentencia europea y acabó pidiendo disculpas al jeltzale.