Bruselas - Se despeja el camino para una reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra el próximo viernes, coincidiendo con la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona. El Gobierno español, en lugar de una cumbre entre las dos administraciones, ofrece a la Generalitat un encuentro cara a cara entre ambos mandatarios, opción que no es vista con malos ojos por el Govern siempre que puedan hablar de todos los temas políticos, incluido el derecho a decidir. En ese sentido, el propio Sánchez expresó ayer que “el tiempo que Torra dedique a hablar de autodeterminación”, el hablará de “cómo reconstruir el Estado del bienestar”.

Ayer, la vicepresidenta Carmen Calvo ofreció finalmente de manera formal a la Generalitat la celebración del encuentro Sánchez-Torra mediante una misiva. Sin embargo, las condiciones del Ejecutivo español son las que son: un encuentro con “formato presidente-presidente” y en ningún caso una reunión de trabajo con otros miembros de los ejecutivos. De esta manera, desde Moncloa se rechaza el planteamiento inicial del Govern, que quería una cumbre con la presencia del vicepresident Pere Aragonés y de la portavoz Elsa Artadi.

Según anunció ayer la ministra de Educación, Isabel Celaá, “el formato es el que es” y supone una “oportunidad” para ofrecer la “mayor normalidad posible”. Por lo que respecta a los temas a abordar en este posible encuentro entre los dos presidentes, Celaá aseguró que no existe “ninguna delimitación”, al igual que cuando se produjo la anterior reunión en la Moncloa, y “no hay censura previa” a este respecto, tampoco en el caso del derecho a decidir. Sin embargo, la también portavoz del Gobierno recordó que Sánchez solo hablará sobre “el encauzamiento del conflicto para Catalunya” en el marco del “diálogo dentro de la Constitución”.

En la Generalitat, y pese a la negativa a su propuesta inicial de una cumbre Gobierno a Gobierno, barajan aceptar la oferta del Ejecutivo español para propiciar el ansiado encuentro entre Torra y Sánchez. Según defendió ayer mismo Elsa Artadi, la única condición para que la reunión se consume es que no haya líneas rojas en el diálogo. “Lo importante es el contenido y no el formato”. Más allá de aspectos puntuales y protocolarios, Artadi cree que si el Gobierno ha decidido reunir al Consejo de Ministros en Barcelona es porque “tiene conciencia de que la situación en Catalunya es relevante en la política española, uno de los grandes retos que tiene España por delante”. Por ello, entiende que lo importante son los temas a tratar y el abordar una solución dialogada al conflicto. “Si tiene que haber una reunión, se tiene que entrar en contenidos: por qué estamos donde estamos y buscar soluciones políticas y fuera de la Justicia para encauzar la situación”, resumió.

marco constitucional Al contenido de la reunión, cuya materialización gana enteros con el paso de las horas, se refirió Pedro Sánchez desde Bruselas, donde afirmó que “dentro de la Constitución se puede hablar de cualquier cuestión”. En esa línea, el presidente del Gobierno argumentó que, si finalmente se reúne con Torra el viernes, el tiempo que este último dedique al derecho a decidir, él lo aprovechará para hablar de precariedad laboral, de calidad de los servicios públicos y de cómo volver a impulsar un Estado del bienestar que a su juicio “estos años ha salido muy dañado en la sociedad catalana”.

Por otro lado, el líder socialista insistió en que su receta para la crisis en Catalunya es “sosiego, tiempo, diálogo y sentido de Estado”, a la par que altura de miras y responsabilidad por parte de todas las fuerzas políticas, sobre todo de las que están gobernando en las instituciones. “No será una crisis que vayamos a resolver en un mes o dos meses, pero el Gobierno quiere resolver el problema catalán, no vivir de la confrontación y el agravio territorial”, concluyó.