vitoria - A expensas del ultimátum lanzado ayer por el consejero de Hacienda y Economía Pedro Azpiazu a EH Bildu, la abstención de dos de los parlamentarios de la coalición soberanista -Maddalen Iriarte y Unai Urruzuno- permitió ayer que los Presupuestos de la CAV para 2019 superaran un primer escollo, las enmiendas a la totalidad presentadas por Elkarrekin Podemos y PP. Las enmiendas de la formación morada y el grupo popular fueron rechazadas con 37 votos en contra (los que suman el PNV y el PSE) y 36 a favor (11 de Elkarrekin Podemos, 9 del PP y 16 de EH Bildu) y dos abstenciones correspondientes a dos miembros de la bancada de EH Bildu.
Maddalen Iriarte, portavoz de EH Bildu, aseguró que los Presupuestos presentados por el Gobierno de PNV y PSE no son los suyos, pero señaló que su objetivo con la negociación presupuestaria es “cambiar” las políticas del Gobierno y “sacar de la pobreza a miles de pensionistas, hacer que miles de mujeres pueden llevar una vida autónoma, y fomentar un empleo de calidad”.
El portavoz parlamentario de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, pidió la devolución de las Cuentas vascas porque considera que son “unos presupuestos de trileros, para vender humo a la gente normal de nuestro país”, y que se deben leer “en clave electoral”.
Por su parte, el PP denunció que las Cuentas constituyen el fruto de un “escenario” político en el que el PNV y EH Bildu han acordado “liquidar” la Constitución con su acuerdo para una posible reforma del sistema de autogobierno de Euskadi. La enmienda de totalidad de los populares fue defendida por Antón Damborenea, quien dedicó buena parte de su intervención a censurar la actitud de la formación jeltzale en materia de autogobierno. Así, subrayó que el escenario actual, en el que la aprobación definitiva de las cuentas sigue sin estar garantizada, ha sido “buscado” por el PNV, al que acusó de pactar con EH Bildu “las bases para la independencia de Euskadi”. “El acuerdo con Bildu para liquidar la Constitución y el Estatuto afecta a todo”, afirmó.
En el ámbito estrictamente presupuestario, denunció que el proyecto elaborado por el Ejecutivo vasco “perjudica a las clases medias”. Además, cuestionó la credibilidad de los compromisos presupuestarios del Ejecutivo vasco, dado que, según señaló, muchas de las medidas acordadas con el PP en los dos últimos años “no se han cumplido”. Damborenea también ironizó sobre la negociación presupuestaria entre el Ejecutivo autonómico y EH Bildu, y afirmó que espera que ambas partes no estén representando un “teatrillo” o un “paripé”.
lamerse las heridas En el turno de respuesta, la parlamentaria del PNV Josune Gorospe aseguró que el PP “tiene que empezar a superar el duelo político y dejar de lamerse las heridas de lo que ha pasado en Madrid”, porque la enmienda de totalidad “solo se justifica en ese contexto”. “Apenas tiene razones de carácter presupuestario para justificar la enmienda de totalidad”, insistió. “Señor Alonso, no lleve a su grupo a no poder aprobar este presupuesto; porque es infinitamente mejor que el del año pasado. Tómense un tiempo. Nos queda un día y unas horas; la sociedad vasca se merece que esto se lleve adelante”, pidió la parlamentaria jeltzale al presidente de los populares de la CAV.
Desde el PSE, Susana Corcuera afirmó que la enmienda de totalidad pretende “saldar cuentas por otros asuntos de acuerdos y traiciones, según el PP, entre partidos políticos, ocurridos entre mayo y junio de 2018”. A juicio de Corcuera, la petición de devolución “tiene que ver más con un ejercicio de la política de trazo grueso”, que con el contenido de las cuentas; y subrayó que la “excusa” del PP citando el acuerdo sobre las bases de autogobierno acordadas entre PNV y EH Bildu es “vana”, porque “en el proyecto no existe un solo euro que avale el argumentario del PP”.