GASTEIZ - En plena disputa por las bases del nuevo estatus de autogobierno, el PNV dio ayer la vuelta al planteamiento del socialismo cuando pide asegurar la pluralidad de la propuesta y evitar un veto. La presidenta de la ejecutiva vizcaína, Itxaso Atutxa, emplazó a los socialistas y a Elkarrekin Podemos a aceptar una consulta habilitante antes de acudir al Congreso de los Diputados porque, si se trata de caminar sobre seguro y comprobar el respaldo a la propuesta, es el mejor termómetro para medir el apoyo social a la reforma estatutaria.

La consulta habilitante es una propuesta que tiene el sello jeltzale, aunque con el tiempo la ha asumido EH Bildu y aparece en las bases pactadas entre ambos partidos en la Ponencia de Autogobierno. Sería una consulta no vinculante, que no provocaría efectos jurídicos inmediatos, pero que sí pretende reflejar el apoyo social al estatus para generar una obligación de negociar al Estado antes de ir al Congreso. Es al mismo tiempo un mecanismo de seguridad para no negociar en falso sobre una propuesta sin conocer si los vascos la respaldan, y también es una forma de generar una obligación de negociar en Madrid. El PSE la rechaza porque no existe en el ordenamiento jurídico, pero el PNV propone varias vías para introducir esta herramienta que suponen emprender una reforma legal en el Congreso o llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez.

En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, Atutxa apeló al PSE y Elkarrekin Podemos porque “garantizaría saber qué parte de la población de este país, más allá de la representación parlamentaria, que en este momento sí es mayoritaria entre las dos fuerzas nacionalistas, respalda o no eso que, después, habría que llevar a Madrid”. “Una manera más fiable de saber cuánta gente está a favor de que vaya por esa línea un Estatuto vasco no me la imagino. Preguntar no es malo, no lleva a malas prácticas y es la base de la democracia”, defendió. Atutxa también pidió “un consenso lo más amplio” posible, pero no admitió ninguna tentativa de veto por parte de los socialistas, a quienes recriminó que no se hayan movido.

“Sabemos que este país es plural y defiendo esa pluralidad, pero no somos más plurales porque aceptemos vetos de terceros. Hay que integrar a quienes no sean mayoría, pero nadie tiene que tener capacidades de veto. Si alguien quiere un consenso más amplio, me gustaría ver qué ofrece en concreto para que pueda haber un punto de encuentro”, puntualizó. Añadió que, si PSE y PP están planteando tomar como punto de encuentro el actual Estatuto de Gernika, han sido esos dos partidos, desde Madrid, los que no han cumplido sus transferencias.