gasteiz - Los acercamientos del preso enfermo Kepa Arronategi desde Almería a Zuera y de Marta Igarriz, en segundo grado, de Castelló I a Logroño, no se pueden enmarcar en un desmantelamiento de la política de dispersión de los reclusos de ETA que lleva treinta años vigente, según señaló ayer Joseba Azkarraga, portavoz de la red ciudadana Sare, que ayer giró visita al secretario de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernandez, con el que habló “de manera distendida y también en profundidad” sobre los últimos movimientos del Gobierno del PSOE.

El anuncio de cambios realizado por el presidente Pedro Sánchez al poco de acceder al poder generó expectativas que según Azkarraga se están frustrando para “muchos sectores relacionados con los familiares de los presos y con los propios presos”, y acercamientos como los conocidos el jueves siembran confusión al respecto. No son anuncios “de recibo” porque en el caso de Igarriz es una presa que había progresado en grado pero “por parte del juez de vigilancia, en contra del criterio del Gobierno”, por lo que cree que “se ve una falta de voluntad en este aspecto”, una “falta de compromiso”, añadió.

En el caso de Arronategi señaló que se trata de un preso enfermo, y subrayó que la exigencia de Sare para éste y el resto de presos con patologías no es que vaya a una cárcel a Zaragoza o “incluso del País Vasco” sino que lo que defienden es que “la ley les ampara para que sean trasladados a sus casas, donde puedan ser tratados de las graves enfermedades que padecen”, informa Europa Press.

Así, Azkarraga defendió que el alejamiento no está relacionado con beneficios penitenciarios ni con la legislación porque “fue una decisión política, y decisión política tiene que ser el terminar definitivamente con ella”. Por ello censuró la postura del PP vasco, que cree que el acercamiento de los presos de ETA a centros próximos a sus domicilios debe estar “unido a su reinserción”. “Las asociaciones de víctimas van varios pasos por delante de lo que está diciendo el PP”, aseveró. Según explicó, el ministro del Interior ya ha indicado además que “no se puede condicionar con el cambio de grados o con otras exigencias como el arrepentimiento”.

En cuanto a la valoración positiva del Gobierno vasco con respecto a estos traslados indicó que “posiblemente para el colectivo familiar es más importante que estén en Logroño o Zaragoza que en Algeciras o en el Puerto de Santa María”, pero “otra cosa es que esta valoración positiva se entienda como que se ha cumplido el objetivo”, algo que “ocurrirá cuando los presos enfermos estén en casa y en el caso de las personas alejadas estén en las prisiones vascas”.

También trasladó a Fernández que “es importante que no sigamos hablando de que los traslados se pueden producir a 250 kilómetros de su residencia” porque “eso no es terminar con la política de alejamiento”. En todo caso, Sare ha acordado mantener una relación “fluida” con el Gobierno Vasco porque “el enemigo de este proceso” no es el Ejecutivo autonómico, con el que pueden tener “discrepancias” pero con el que pueden “converger en el objetivo final, que es terminar con una política de sufrimiento”.

También se pronunció con respecto a los traslados anunciados la portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Maddalen Iriarte, quien también cree que “el PSOE no cumple su palabra porque no acaba con la dispersión y no excarcela a los mayores de 70 años, ni a los enfermos ni a los que han cumplido tres cuartas partes de su condena”.