BILBAO - Apenas 24 horas después de que el lehendakari Iñigo Urkullu apelara a ensanchar el consenso para que el nuevo estatus de autogobierno asegure su “recorrido institucional”, EH Bildu asoma en el arranque del curso político para desdeñar esa opción. El parlamentario de la coalición, Unai Urruzuno, discrepó ayer de las intenciones de Urkullu de sumar nuevos actores a los pactos logrados por PNV y EH Bildu. Será “bastante difícil” que PSE o Elkarrekin Podemos se sumen al consenso, ya que su “actitud” no ha sido la idónea. “Nos están diciendo que debemos renunciar a nuestras aspiraciones políticas y nosotros eso nunca le vamos a plantear ni al PSE ni a Elkarrekin Podemos”, citó en una entrevista en Onda Vasca.
EH Bildu sigue pensando que la mayoría alcanzada entre las formaciones nacionalistas constituye un terreno de juego desde el que puede partir la base el nuevo Estatuto. Pero, a la vista del actual enroque de las posturas, parece que no contará con el aval de un PSE y un Elkarrekin Podemos al que Urruzuno achacó estar inmersos en unas coordenadas que no se salen del actual marco jurídico e institucional. En contraposición, las formaciones abertzales apuntan a modificar sus costuras.
“Tienen resuelto su proyecto ”, sostuvo, acerca de una hoja de ruta política que socialistas y morados pueden “defender mediante cauces legales en este ordenamiento jurídico”. Ahí radicaría el principal escollo para EH Bildu frente a un PNV que, por boca del lehendakari, se mostró esperanzado en incorporar nuevas siglas aprovechando que hasta la fecha “ninguna fuerza se ha levantado de la mesa”. El nuevo Estatuto debe quemar nuevas etapas en 2019 hasta alcanzar el Congreso, si bien los jeltzales saben que acudir a las Cortes con una entente formada solo por nacionalistas no sería la mejor carta de presentación.
La coalición soberanista redundó en que los acuerdos PNV-EH Bildu, que esta última formación calificó de “históricos”, edifican “una mayoría suficientemente holgada”. Con esos pilares asentados en un “planteamiento netamente en términos democrático y no en términos partidistas”, PSE y Elkarrekin Podemos han buscado “que a los vascos se nos venga impuesto como hasta ahora el marco de relación que debemos mantener con el Estado español y eso no es democrático. Estamos en una discusión prepolítica”, concluyó.
Elkarrekin Podemos también replicó ayer a Urkullu. “Los días pares el PNV de Urkullu busca un acuerdo transversal, los impares el de Egibar y Ortuzar nos dicen al resto del país que no van a dudar en seguir adelante sin nosotras”, aseguró. El secretario de comunicación de Podemos, Endika Larrea, aseveró que “el PNV está en plena ciaboga, y debe hacerla con claridad y cuanto antes, explicando en qué aspectos concretos van a reconducir su maximalismo para hacer posible un entendimiento”.
La sintonía en la que PNV y EH Bildu parecen vivir durante los últimos meses soliviantó recientemente al secretario general de ELA, Txiki Muñoz. Sus palabras fueron ayer respondidas por Urruzuno con un mensaje directo. La central sindical “está haciendo política a costa de otros, a costa de querer marcar agenda a otros”, afirmó para instar a Muñoz a “reflexionar en cuanto a lo que está haciendo ELA, a lo que está pintando ELA en el panorama sindical y político vasco”. “Creo que sí todos hiciéramos una reflexión bastante sincera de lo que está aportando cada uno aquí, a partir de ahí, también sería más fácil encontrar caminos de confluencia y de poder avanzar en la soberanía y la justicia social en este país”, abundó.