waterloo - Los dos principales valedores del independentismo en Catalunya, el president de la Generalitat Quim Torra y su antecesor en el cargo, Carles Puigdemont, lanzaron ayer una seria advertencia: PP y Ciudadanos “están flirteando con la violencia” en su intento de propiciar la imagen de “una confrontación social” en esa comunidad, con la guerra de los lazos como máximo exponente. Eso sí, los dirigentes soberanistas aseguraron que Catalunya no aceptará esa “confrontación violenta”, que llegaron a comparar con el terrorismo de ETA.
“En Catalunya siempre se respondió en contra de toda violencia”, dijo Puigdemont. Sin citar en ningún momento a populares y a la formación naranja, lanzó un mensaje claro “a los partidos que están flirteando con la violencia: que vayan con cuidado porque esto en Catalunya nunca será aceptado”.
Torra y Puigdemont mantuvieron un encuentro en Waterloo (Bélgica) para abordar el nuevo curso político, con dos fechas marcadas en rojo para los partidarios de implementar la república catalana: la celebración de la Diada el 11 de septiembre y el primer aniversario del referéndum el 1 de octubre. En este contexto, se están sucediendo los encontronazos entre partidarios y detractores de colocar lazos amarillos, principal símbolo del soberanismo. La agresión a una mujer el pasado sábado, al parecer por retirar estos lazos -motivación política que el diputado de ERC Gabriel Rufián calificó de “fake news”-, ha marcado la cota más elevada de tensión.
En una comparecencia ante los medios tras su reunión, Puigdemont cargó duramente contra los partidos constitucionalistas y aseguró que “no nos arrastrarán y no nos desviarán de nuestro compromiso con el diálogo, la no violencia y la paz”. Denunció por ello la existencia de un “laboratorio de la ingeniería de la confrontación” que pretende “arrastrar a la sociedad catalana a una confrontación civil” que no se producirá. Los impulsores de esta estrategia utilizan, agregó, “todos sus recursos, hasta los mediáticos”, mediante “una narrativa con fotografías y hechos falsos para dar sensación de fractura”.
“Pero la sociedad catalana no va a caer en provocaciones”, insistió el president cesado, que a finales de julio regresó a Bélgica desde Alemania, y defendió el espacio público “como un espacio de debate y diálogo”. Por su parte, Quim Torra arremetió contra la decisión de la Fiscalía Superior de Catalunya de investigar a los Mossos d’Esquadra por identificar a las personas que retiran lazos amarillos de la vía pública. “Hacían su trabajo correctamente, porque delante de un grupo que actúa de noche, con armas blancas, cualquier policía del mundo actuaría así”, afirmó, y añadió: “¿Cómo puede ser que la Fiscalía no investigue los hechos del 1 de octubre? ¿Que no investigue a los asistentes al Valle de los Caídos que cantan himnos franquistas?”.
Junta de Seguridad Quim Torra aseguró que Catalunya sufre “un conflicto político que necesita soluciones políticas” y reiteró su demanda al presidente español, Pedro Sánchez, con el que está previsto que se reúna en este nuevo curso en la Generalitat, para que dé a conocer “cuál es su proyecto” para esta comunidad. Otra reunión que destaca en la agenda es la de la Junta de Seguridad en Catalunya, en cuyo seno el Ministerio del Interior ha defendido que se aborde la actual guerra de los lazos. El conseller de Interior, Miquel Buch, presionó ayer en este sentido al enviar una carta a su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, en la que le recuerda que la seguridad y el orden público es “una competencia exclusiva de la Generalitat”. También le pidió “eventuales responsabilidades” de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado involucrados en agresiones a independentistas.