bruselas - Carles Puigdemont afirma ahora de que “siempre advirtió” de que “nadie de la UE reconocería una Catalunya independiente”, censurando que la Unión no declarara de qué lado se pondría en caso de una declaración secesionista y decepcionado por el “silencio” tras la “violencia policial” del 1-O. Así lo atestigua en una entrevista al semanario alemán Der Spiegel, donde el expresident añade que no le gusta “nada” ser la cara visible del movimiento rupturista catalán, porque considera que éste no necesita “ni líderes ni mártires”.

Puigdemont asegura que nunca ha sido partidario -tampoco hoy en día- de una ruptura “traumática” con el Gobierno español. “Siempre he querido una Catalunya independiente, pero conseguida como resultado de un proceso democrático, no de violencia”, declaró al rotativo alemán. El presidente cesado por el artículo 155 asevera que nada de lo que ha hecho desde el otoño pasado tuvo motivaciones personales, y subraya que lo que le ha movido es “un sentido de responsabilidad” hacia Catalunya, y que por ello utiliza la libertad de la que goza para perseguir su “meta política”, y que si actuara solo en su interés, lo más prudente sería quedarse “oculto”. “Tuve que dejar mi país porque en España no hay auténtica libertad de expresión y no hay garantía de un juicio justo”, lamenta, al tiempo que no ve contradicción entre su tarea en Bruselas y la del Govern en Catalunya: “Yo mismo y los otros políticos en el exilio trabajamos para informar internacionalmente sobre el conflicto”. Y añade: “En Bélgica podemos hablar con más libertad, sin miedo a ser enviados a la cárcel por un tuit” .

escéptico con sánchez Respecto al nuevo panorama político español, Puigdemont no olvida que el PSOE votó a favor también de la aplicación de la artículo 155, aunque concede que “ha habido un cambio en la atmósfera” con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Eso sí, se muestra escéptico sobre los planes federalistas del PSOE. “Ya comprobamos que los socialistas, cuando estaban en el gobierno, no querían ningún federalismo. No podemos ser ingenuos y pensar que van en serio ahora. Solo nos interesa qué ofertas pone Sánchez sobre la mesa: ¿en qué consistiría la reforma?”, se pregunta Puigdemont.

Acerca de la relación con el president Quim Torra, Puigdemont señala que ambos se escuchan mutuamente. “Estamos en el mismo bando”, indica. Finalmente, respecto a su futuro político y personal, el expresident precisa que, siendo optimista, prevé estar “muchos años” fuera de Catalunya, y que, en un sentido más pesimista, podría pasar a unos cuantos años “en prisión”. En el mejor de los escenarios, añade, “todo el mundo podría volver a casa y todo el mundo saldría de la prisión”. Y concluye: “Este es el objetivo por el que trabajamos. Tengo mucha fe en la justicia europea y el comité de los Derechos Humanos de la ONU”. - I. Santamaría