MADRID - Frente a las presiones y las muestras de rechazo, el Gobierno del PSOE seguirá adelante con sus planes para exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos. Así lo afirmó ayer el presidente español, Pedro Sánchez, en un mensaje publicado en Twitter en el que denunció la proliferación de pintadas en sedes socialistas por parte de grupos de ultraderecha, unos sabotajes que también han afectado a locales de UGT y de Podemos. Sánchez aseguró el pasado día 3, durante su comparecencia ante la prensa para hacer balance de sus dos primeros meses en La Moncloa, que Franco será exhumado “muy pronto”, aunque pidió esperar “semanas o días” para poder hacerlo con “todas las garantías”, que es en lo que está trabajando ahora su Ejecutivo.
“Las casas del pueblo del PSOE amanecen así desde hace semanas. La democracia española no se puede permitir monumentos que ensalcen la dictadura franquista. Pronto serán pasado. Seguimos adelante”, aseguró Sánchez en su cuenta oficial de la red social, en la que adjuntaba cuatro fotos de sedes atacadas. En las mismas se pueden ver frases como El Valle no se toca -firmada por JFE, las Juventudes de La Falange- y carteles con la misma leyenda y la cara de Franco. En otros pasquines se lee PSOE profanador de tumbas y fotos en blanco y negro de soldados ensambladas con otras de Sánchez con gesto serio.
También la vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, rechazó estas acciones. “Por más insultos, descalificaciones y amenazas que nos lancéis, no nos vais a amedrentar. No podréis. Un abrazo enorme a todos los compañeros y compañeras de Mieres. Estamos con vosotros”, aseveró sobre una de las casas del pueblo que han sido objeto de estos actos. En el mismo sentido, el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, advirtió: “No nos callarán nunca”. Citando al escritor francés Albert Camus, dijo que “los que carecen de valentía siempre encontrarán una filosofía para justificarlo”.
El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA)-PSOE, Adrián Barbón, se refirió asimismo a la pegada de carteles franquistas en diferentes sedes socialistas asturianas, después de que se detectaran en las casas del pueblo de Mieres, Langreo o Lena. Barbón negó que lo mejor sea dejar los restos del dictador donde están para no generar tensión. “La dignidad de la democracia no puede depender del miedo a papeles pegados a nuestras sedes. No nos callarán”, dijo. Tras expresar su solidaridad con otras fuerzas de izquierda en cuyas sedes también aparecieron con estos carteles, el dirigente socialista agradeció a Pedro Sánchez que haya criticado las pegadas públicamente y agregó que da igual las veces que se produzcan: “La decisión está tomada y se cumplirá”, zanjó.
En la misma línea, el PSOE mierense, cuya sede fue una de las atacadas, aseguró que “unas pegatinas no van a cambiar la decisión del Gobierno. Tras 40 años de democracia ni podemos ni debemos consentir monumentos a dictadores”. De forma paralela, la sede de Podemos Xixón amaneció empapelada con “pasquines fascistas” por tercera vez en menos de un mes. Dichos carteles calificaban a Sánchez de “profanador de tumbas”.