Vitoria - Invitado por su fiel escudero vasco Javier Maroto, llegaba Pablo Casado ayer a Gasteiz en el día grande de las fiestas de la ciudad, para hacer las paces con el líder de los populares en la CAV, Alfonso Alonso, con el que tuvo más de una desavenencia durante las primarias para la elección del presidente del partido en el Estado, en la que el vasco se alineó con la derrotada Soraya Sáenz de Santamaría y llegó a calificarle entre otras cosas de “oportunista” y le reprochó que va a llevar al partido más “hacia la derecha” de lo que convendría y que “no ha hecho una integración real” en las estructuras del partido con los sorayistas. El nuevo presidente del PP intentó en la capital alavesa, sumergida en las fiestas de la Virgen, cerrar esas heridas y escenificar cierta reconciliación con Alonso y su equipo. Para ello eligió el argumento de los presos de ETA como pegamento entre él y Alonso, y exhibió mano dura contra el acercamiento de los reclusos y contra cualquier indicio de homenaje a Santiago Arrospide, Santi Potros, el histórico miembro de ETA que, tras cumplir 31 años en prisión, quedó ayer en libertad.

Preguntado sobre su sintonía con los populares de la CAV que durante la campaña de primarías se posicionaron en bloque -salvo Javier Maroto y Raquel González, presidente del PP de Bizkaia- a favor de Santamaría, Casado dijo que su relación es “excelente y de absoluta admiración”.

Añadió que está en política “gracias a los héroes del PP vasco”, tras recordar que conoció a Alonso y a Maroto, ambos exalcaldes de Gasteiz, “escoltados y pasándolo muy mal por defender las libertades y los derechos”. El sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido invitó a Alonso a seguir “haciendo una labor imprescindible no solo en el PP vasco, sino en el resto de España” e hizo hincapié en que es su amigo e “imprescindible” para la formación.

Alonso no se mostró especialmente locuaz y se limitó a ejercer con corrección su labor de anfitrión de su jefe. Se mostró orgulloso por la visita de Casado el día grande de las fiestas, en honor a la Virgen Blanca, y confió en que ésta proteja y dé suerte al líder del partido para que llegue a ser presidente del Gobierno español.

abucheos En una céntrica calle de la capital alavesa abarrotada de gente con motivo de las fiestas, Casado fue increpado por decenas de personas que le pitaron, le llamaron asesino, le emplazaron a irse de Euskadi, y pidieron la libertad para los jóvenes encarcelados por agredir a guardias civiles en Altsasu. Estos gritos e insultos proferidos contra él y sus acompañantes fueron respondidos con aplausos por simpatizantes del PP, aunque al margen de los enfrentamientos verbales no hubo incidentes reseñables.

En respuesta, Casado subrayó que es un honor estar en las fiestas de Gasteiz para reivindicar la recuperación de la “concordia y de la convivencia de una sociedad en libertad, con seguridad y sin ningún tipo de presiones como las que esta minoría radical está dedicando” al PP.

Asimismo, Casado recordó que ayer mismo salió de prisión un “sanguinario terrorista”, en referencia a Santiago Arrospide, y reclamó al Gobierno de Pedro Sánchez que “extreme las precauciones para que no haya ningún homenaje ni enaltecimiento a un terrorista que asesinó a casi 40 personas”. El presidente del PP insistió en la necesidad de una nueva ley de memoria, dignidad y justicia para que las víctimas sean recordadas, pero en la que se deje claro que no se “toleran homenajes a terroristas”. En este sentido, insistió en que el PP “no va a tolerar ningún acercamiento de presos etarras porque no cabe un beneficio a asesinos que no han tenido la decencia” de ayudar para esclarecer 300 atentados y advirtió al Ejecutivo español de que tendrá la oposición frontal si lo hace.

máster Entre las consignas de los abucheos a Casado por parte de un grupo de personas también hubo alusiones a las dudas generadas por su máster en la Universidad Rey Juan Carlos. La pasada semana la jueza que investiga el caso en el Juzgado de Instrucción de Madrid interrogó a varias compañeras de estudios del líder del PP y reconocieron que también les habían convalidado buena parte de las asignaturas y que las aprobaron sin examinarse. Igual que Casado.

La jueza prosigue hoy con la ronda de declaraciones que abrió la semana pasada e interrogará como testigo a otro alumno que realizó el mismo máster en el curso 2008-2009. Se trata de M. A. García Delgado y estaba previsto que compareciera la semana pasada, aunque tras informar de que estaba en un viaje en el extranjero, se optó por posponer su declaración.

Las anteriores comparecencias dejaron algunas revelaciones como el caso de una alumna que hizo el mismo máster de Casado, María Dolores Cancio, que reconoció el pasado jueves ante la magistrada Carmen Rodríguez-Medel que obtuvo el título sin hacer trabajos y sin ir a clase. Junto a ella, también comparecieron otras dos compañeras, María Mateo Feito y Alida Mas Taberner, que sí defendieron que hicieron los trabajos necesarios para ser evaluadas, pero no aportaron ningún documento que lo demostrara. - H.Unzueta