gasteiz- El nuevo delegado del Gobierno español en la CAV confiesa que le va la marcha de la política. De otro modo es difícil entender que abandone su actividad como médico en un hospital de Araba para meterse en el fregado del acercamiento de los presos de ETA y de la kale borroka a las cárceles de Euskadi. No le asusta el reto, conoce el terreno por su experiencia como Comisionado por la Paz durante el mandato del entonces lehendakari Patxi López, donde tuvo su inmersión en el mundo de los presos y de su reinserción a través de la vía Nanclares.

¿Está ya trabajando en casos concretos de presos a los que van a acercar a cárceles próximas a Euskadi?

-Estamos trabajando en poner en práctica lo que dijo el presidente del Gobierno español. Tengo que mantener la discreción. Estamos trabajando y voy a informar a todas las víctimas del terrorismo.

Ha bajado el tono de las demandas de estas asociaciones. ¿Significa eso que no van a hacer de ello ‘casus belli’ como antaño?

-En la vía Nanclares fue muy importante que las asociaciones de víctimas conocieran lo que se estaba haciendo, el porqué y el para qué. Después de estos seis años de Gobierno de Rajoy en los que no se ha movido prácticamente nada en este terreno, tenemos que recuperar lo que hacíamos entonces, esto es, buscar la reinserción de los presos de ETA y tener informadas a las víctimas.

Aún así, algunas asociaciones siguen haciendo un marcaje muy estrecho.

-Me parece normal. Las víctimas y las asociaciones de afectados también son plurales. Lo que hay que dejar claro es que la política penitenciaria la deciden los representantes de los ciudadanos, esto es, el Gobierno.

¿A qué presos se va a acercar primero?

-Estamos trabajando en ello con los que padecen enfermedades graves y los mayores de 70 años. Es muy importante advertir que también tenemos que cerrar la vía Nanclares que como se frenó nos toca ahora en los próximos días o semanas cerrar este capítulo con las personas que se acogieron a aquella fórmula. Esto significa que todas las personas que se acogieron a esa vía y que siguen cumpliendo condena estarán en libertad o en regímenes fuera de la prisión. También están las personas que ya han dado el primer paso y están en segundo grado. Esto quiere decir que ya han pedido destino (trabajo en la cárcel) y empiezan a recorrer el itinerario de la reinserción.

En Francia también se ha acercado a presos de ETA que están en el tramo final de su condena. ¿Aquí también se va a utilizar este criterio?

-Será un criterio que tendremos en cuenta.

¿Y los que tuvieran delitos de sangre?

-También lo tendremos en cuenta.

En Francia han acercado a algunos presos con delitos de sangre, aunque dijeron que no lo iban a hacer.

-Una cosa es empezar y establecer prioridades y luego ver cómo se sigue. Lo importante es que se haga con presos sin delitos de sangre y que tengan cumplida gran parte de su condena. Eso para empezar, luego ya iremos viendo.

¿Empezaremos a ver movimientos de presos este año?

-Yo creo que sí.

¿Y se les va a traer a todos a Zaballa?

-Va a depender. Vamos a seguir un proceso muy parecido al de la vía Nanclares. La reinserción no es una cosa que hoy te levantas de una manera y te acuestas de otra, tiene su tiempo y sus pasos, y va despacio. La autocrítica hay que hacerla, ese es el elemento fundamental y esto no se hace de hoy para mañana. Hay que dar pasos y en función de esto iremos no solo acercando sino que Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias) serán prisiones donde recalarán algunos presos, como cuando se activó la vía Nanclares. Y de ahí pueden dar el paso definitivo a Zaballa.

¿Para ser acercados deberán de realizar una expresión de autocrítica clara?

-Clara.

¿Y eso cómo se materializa?

-No tiene que ser una carta tipo, sino la expresión de cada uno de los presos a la hora de asumir su responsabilidad, la autocrítica y la injusticia de los hechos. Todo eso necesita su tiempo de reflexión, pero no vale una carta tipo sino la expresión individual del preso que manifieste su autocrítica. Cada cual a su manera.

¿Deberá quedar constancia de esa autocrítica en algún soporte físico?

-Evidentemente. No solo una constancia escrita, que también, sino que se trata de una actitud, y la actitud la miden las juntas de tratamiento que deberán de dar un informe favorable.

¿Es lo mismo que hicieron en su día los presos que se acogieron a la ‘vía Nanclares’?

-Igual igual.

Junto a la autocrítica, ¿se les va a exigir la delación a los que realizaron atentados pendientes de resolver?

-La delación no está contemplada en el Código Penal, no es un requisito indispensable. Es una posibilidad que evidentemente mejoraría la situación pero no es obligatoria.

No obstante, durante años se les ha pedido su colaboración en el esclarecimiento de asesinatos aún sin firma ni autoría.

-Pero no es una obligación. Si lo hacen, todo será mucho más fácil.

¿Percibe que los presos están dando pasos para evolucionar de grado penitenciario y avanzar hacia la reinserción?

-Mucho menos de lo que nos gustaría. Hay un primer paso que es la petición de destino (trabajo dentro de la cárcel) y con ello van incorporándose a la vida ordinaria de la prisión y que puedan trabajar en la lavandería, la biblioteca, en jardinería? Esto quiere decir que se integran en la vida ordinaria de la prisión y no lo están haciendo.

Los presos, el EPPK, dicen que sí lo están haciendo.

-Hay mucha menos gente de lo que nos gustaría. Pero hay algunos que sí.

También dicen que a cerca de la mitad de los presos de ETA en el Estado español se les ha denegado pasar del primer grado (régimen cerrado) en el que se encuentran al segundo (régimen común).

-No se trata solo de que los presos hagan esa solicitud, tiene que ir acompañado de una actitud, y ellos lo saben de memoria. ¡Que se integren, no es mucho pedir! Vamos a ir haciendo camino entre todos. No es lo mismo al principio que cuando vean que la cosa va progresando y que hay movimientos. Conforme lo vayan viendo, probablemente haya presos que se vayan acercando al inicio del camino.

El EPPK dice a sus presos que para vaciar las cárceles ahora sí pueden aceptar la legalidad y que pueden actuar de manera individualizada, aunque se trata de una consigna colectiva. ¿Esto dificulta que presos que pudieran estar dispuestos a dar el paso se retraigan?

-No entiendo que, por una parte, se diga que hay que cumplir la legalidad y, por otra, se diga que no hay que arrepentirse. Es una contradicción. Y no estoy hablando de un arrepentimiento, que es una cuestión religiosa, pero la autocrítica es un elemento clave a la hora de la reinserción. El EPPK tendrá que aclarar si está dispuesto a ello o no. La izquierda aber-tzale en su conjunto tiene que dar algunos pasos y la autocrítica ayudaría mucho a sus presos.

¿Se refiere a Sortu?

-En efecto. Creo que muchos presos están deseando tener una cobertura de Sortu para poder dar ese paso y me preguntó porqué no se la dan.

Sortu dice que ya ha pedido públicamente perdón a las víctimas.

-Es verdad, y es muy positivo, que los estatutos de Sortu declaran la ilegitimidad del uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos en el presente y en el futuro. Pero les falta decir que lo que ha sucedido en el pasado por parte de ETA estuvo mal.

¿Va a perseguir los homenajes y bienvenidas a los presos?

-No ayudan a mejorar el clima. ¿Alguien puede pensar que al asesino de Marta del Castillo le pueden hacer un homenaje en Sevilla cuando salga de prisión? Es una barbaridad. Entiendo que las familias puedan recibir a su familiar y le acojan en privado. Pero hacerlo en público y homenajearle como si fuera un héroe es inaceptable. Es una humillación de las víctimas y una clara apología de los victimarios, aunque tratan de hacerlo con inteligencia para no incurrir en un ilícito penal.

¿Piensa recuperar los encuentros restaurativos entre presos y víctimas?

-Ojalá, pero depende de los presos, ellos tienen que dar el primer paso. En la vía Nanclares quienes pidieron encontrarse con las víctimas fueron los presos. Las víctimas tuvieron la grandeza moral y la generosidad de dar el paso.

¿Teme la reacción de PP y Ciudadanos sobre el acercamiento

-En todas estas cuestiones es muy importante o bien el acuerdo político o bien el dejar hacer. La actitud del PP con la vía Nanclares fue un ejemplo de dejar hacer, estaban totalmente informados de todo lo que se hacía, y apenas hubo ruido. Las víctimas del terrorismo sufren mucho más cuando hay un desacuerdo y una bronca política sobre estas cuestiones que cuando hay pacto.

¿Con ETA disuelta se van a mantener los contingentes de la Guardia Civil y la Policía española?

-Yo no voy a decir, como hizo mi antecesor, que hay que aumentar los contingentes pero sí tenemos que mantenerlos porque están adecuadas a las necesidades actuales y en el futuro iremos viendo.

Sus predecesores en el cargo tuvieron relaciones tirantes con el Gobierno Vasco sobre todo por la litigiosidad judicial. ¿Cómo afronta su mandato?

-Lo afronto desde la perspectiva de la colaboración absoluta con el Gobierno Vasco. Conozco a mucha gente del Ejecutivo, además es un gobierno de coalición y la actitud va a ser de colaboración y cooperación, que es lo que tiene que ser siempre entre instituciones.

¿Cuál va a ser su posición respecto a los recursos en el Tribunal Constitucional contra leyes del Parlamento Vasco?

-Los recursos que están en marcha hay dos graves (uno referido a los Presupuestos que con la aprobación de la ley presupuestaria se resolverá muy pronto) y el de la Ley de víctimas de abusos policiales me comprometí con el lehendakari a tratar de buscar un acuerdo y estamos en ello. Creo que puede haber resultados a corto plazo.

¿Puede la comisión de evaluación de abusos policiales determinar no ya la autoría de un delito sino que una persona es víctima de un exceso policial?

-En esta cuestión hay que diferenciar entre el reconocimiento y la reparación a las víctimas y en esto a mí me van a encontrar siempre a favor y otra es la posibilidad que abre la ley de que esa comisión se convierta en un órgano casi jurisdiccional y eso no tiene cabida. La comisión de evaluación tiene que valorar hechos concretos para reconocer y para reparar, no para abrir ningún tipo de causa general.

¿Qué opina del informe sobre las torturas y los malos tratos del Gobierno Vasco que señala la existencia de 4.000 casos de tortura?

-Es un delito muy grave el que se pone sobre la mesa y deberíamos de abordarlo desde la tranquilidad y desde el consenso. Si hay que hacer cosas, hagámoslas juntos.

PNV y EH Bildu han acordado en la Ponencia de Autogobierno la celebración de una consulta habilitante sin valor jurídico para refrendar la reforma del Estatuto de Gernika antes de llevarlo a las Cortes. ¿Se celebrará esa consulta?

-Iríamos mal. No se pueden pretender cosas que están fuera de la ley. El Estatuto de Gernika se puede modificar, la Constitución española se puede modificar pero siguiendo los cauces establecidos. Lo contrario ya sabemos que nos lleva a la situación de Catalunya que no la quiero en absoluto para nosotros. Yo espero que en torno a ese tema haya una reflexión y que construyamos este país de manera transversal como se ha hecho siempre desde el año 1936, fundamentalmente con un acuerdo entre nacionalistas y socialistas que espero que se amplíe a otras fuerzas. Ya hemos visto a dónde lleva la vía unilateral.