BARCELONA - Ninguno de los seis diputados suspendidos por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, decisión que pone en peligro la mayoría soberanista al obligar a JxCat y ERC a correr lista, renunciará a su acta. Así de rotundo se manifestó ayer Quim Torra desde Escocia, donde se reunió con la ministra principal escocesa Nicola Sturgeon y con la exconsellera Clara Ponsatí, calificando la “separación de poderes en España” como “un mito” y tachando el cierre de la causa del procés del magistrado como “indecente”. “La respuesta la dará el Parlament, que es quien debe defender su soberanía”, remarcó el president. A su vez, JxCat quiere formar un frente que englobe al PSC y los comunes, además de Esquerra y la CUP, para que se posicionen todos juntos ante la voluntad de alterar los resultados del 21-D y que sea el pleno quien decida sobre la suspensión, en base al reglamento de la Cámara catalana.

En este contexto, Torra reclamó una vía escocesa para Catalunya, asegurando que mientras haya presos y exiliados no habrá normalidad, en alusión al deshielo de las relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez. “Nosotros partimos del referéndum del 1-O y de la declaración de la república, y el PSOE de la Constitución y la ley”, detalló el Jefe del Govern respecto a un “conflicto político que se resuelve políticamente”. “Ganaremos la libertad, en Catalunya, desde Escocia, Alemania, Suiza, Bélgica y donde haga falta”, apuntó Torra al pisar Escocia.

En este contexto, los comunes, que emplazaron a Sánchez a que ordenara a la Fiscalía que retire la acusación por rebelión, creen que la decisión del pleno podría no tener efectos ante la resolución de Llarena, aunque su posicionamiento será coherente con su postura en contra de la acusación por rebelión contra los líderes independentistas. Desde el PSC, a quien JxCat quiere presionar para que se pronuncie por este fallo, dicen estar pendientes de la reunión de hoy de la Mesa del Parlament y de lo que digan los letrados de la Cámara sobre la suspensión. “Las resoluciones judiciales se tienen que cumplir y no se pueden someter a una votación”, apuntó su primer secretario, Miquel Iceta. “El juez no dice cómo tiene que estar compuesto el Parlament; las listas pueden correr pero también es verdad que plantea una suspensión temporal, y por eso será relevante leer el informe de los servicios jurídicos y de los letrados de la cámara”, manifestó. A nadie se le escapa que el PSC tendrá la presión de Ciutadans y el PP para no unirse a esta iniciativa.

Para la portavoz adjunta de JxCat, Gemma Geuis, “nosotros no podemos aceptar que nuestros compañeros sean suspendidos al no haber cometido esos delitos. Los tribunales nos darán la razón, ya nos la están dando los países de la Unión Europea cuando rechazan las euroórdenes de nuestros compañeros exiliados. Aceptar la suspensión sería aceptar de facto que han cometido esos delitos”. La formación soberanista considera la figura de la sustitución temporal que contempla Llarena como una protección de los jueces del Supremo contra resoluciones internacionales . JxCat ve en la soberanía del Parlament una línea roja y quiere que se debata en el pleno y se vote la suspensión de los diputados. Demòcrates, integrados en el grupo de ERC, piden que no se modifiquen los resultados del 21-D y a la espera del debate interno en su formación apuestan por no acatar, recurrir a Estrasburgo y no convocar al Parlament para decidir sobre ello hasta que no haya una resolución.

Llarena dejó la puerta abierta al relevo temporal de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez, una medida que no recoge la ley electoral, ni el reglamento de la Cámara, ni la Ley de Enjuiciamiento Criminal , que es la aplicada para llevar a cabo una suspensión que muchos juristas cuestionan al considerarla pensada para el terrorismo, en base a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Además, los letrados del Parlament ya se posicionaron en contra de la delegación de voto de los diputados electos encarcelados al no estar en el reglamento del Parlament.