El PP intenta recuperarse de la sacudida que le han producido el reducido número de afiliados inscritos para votar en las primarias internas al sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido. Tampoco los candidatos al relevo del presidente pudieron ayer eludir el tema y lo hicieron de manera desigual y cruzándose algunos reproches. Mientras que Soraya Sáenz de Santamaría trató de quitar hierro al asunto, José Manuel García Margallo puso el grito en el cielo y pidió medidas ante la desmovilización de su militancia y Pablo Casado se refirió a la falta de ilusión del afiliado.

Margallo pidió reflexionar acerca de los “muy bajos” datos de inscripción a las primarias, que atribuye a la desafección de los afiliados y a que el PP “ha vivido en un espejismo durante algún tiempo” sobre esta cuestión. A la luz de estos números, “lo primero que hay que decir es que no somos tantos como creíamos” y, en ese sentido, ha hecho un llamamiento a “reflexionar sobre la desafección de los afiliados, que probablemente han sentido que el partido no era suyo, sus opiniones no eran tenidas en cuenta y su participación era pasiva”.

Solo 64.523 afiliados del PP, el 7,6% del censo, se ha inscrito para poder votar en el proceso de sucesión de Mariano Rajoy, según los datos provisionales facilitados por el PP. Según el último censo facilitado por el PP el pasado 6 de junio, el partido cuenta con 869.535 afiliados, de los cuales solo los citados se han apuntado para participar en este proceso que elegirá al nuevo presidente del partido con su voto en la primera vuelta, prevista para el 5 de julio. La desmovilización es aún mayor si se tiene en cuenta que el PP tiene alrededor de 24.000 cargos electos en toda España que, se supone, se habrán inscrito.

Desde Lugo, donde ayer estuvo de campaña, Santamaría restó importancia al dato y abogó “proponer cuestiones de cara al futuro”, entre ellas, la de abaratar la cuota de los afiliados: “Que aportemos según nuestras capacidades”, aseguró. Pero a renglón seguido se consoló con el mal ajeno e invitó a “ver lo que pasa alrededor”, en otros partidos. “El señor Rivera fue elegido con menos de 6.000 votos”, aseveró, en referencia a la elección del presidente de Ciudadanos.

Por su parte, Pablo Casado, el candidato que más avales (5.000) presentó para optar a la votación, se preguntó por los motivos de la baja participación de los afiliados y respondió que “quizá no están ilusionados o quizá consideran que no se fomenta el voto en libertad”. - DNA