madrid - El magistrado José Ricardo de Prada Solaesa reconoció que la sentencia sobre la trama Gürtel es “el resultado de un trabajo muy serio y riguroso, de muchos años de investigación policial, de una instrucción judicial realizada por jueces y fiscales muy competentes y de casi un año y medio de juicio con centenares de pruebas realizadas y seis meses de deliberaciones y arduo trabajo”. El juez de la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que dictó la primera sentencia del caso Gürtel que declaraba al PP partícipe a título lucrativo de la trama de corrupción y daba por acreditada la existencia de la caja B, se desentiende en una entrevista en El País de las consecuencias políticas. “Es verdad que el resultado social y político producido es tremendo, pero va mucho más allá de la sentencia. Corresponde al juego duro de la política por el poder, y ni el tribunal que ha dictado la sentencia ni la sentencia misma tienen nada que ver”, apunta.
Además, revela que en los últimos tres años, coincidiendo con Gürtel, ha sufrido más ataques como juez desde la política y desde los medios que secundan determinados planteamientos políticos que en los otros casi treinta restantes que ha trabajado como juez en la Audiencia Nacional.
Sobre las excusas de los dirigentes populares, que aseguran no han sido condenados, el juez pone luz sobre el asunto: “El PP fue condenado solo por lo que había sido objeto de acusación. Por haberse beneficiado civilmente de una situación delictiva. Nadie lo acusaba penalmente. Antes de la reforma del Código Penal de 2010 solo podían delinquir personas físicas, por lo que ninguna persona jurídica ni partido político podía ser responsable penalmente por lo que hubiera hecho antes de esa fecha”. - DNA