TARRAGONA - El Govern catalán denunció ayer que el público que acudió el pasado viernes a la apertura de los Juegos Mediterráneos, y que abucheó al presidente catalán, Quim Torra, estaba “sorprendentemente seleccionado”, si bien el alcalde de Tarragona y presidente del comité organizador negó este hecho.
En una entrevista a RAC1, la portavoz del Govern, Elsa Artadi, acusó a la organización de los Juegos Mediterráneos de seleccionar al público de la ceremonia inaugural en el estadio del Nàstic en presencia del rey Felipe VI, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, que fue abucheado. “Era un público sorprendentemente seleccionado. Nos sorprendió que hubiese tan poca gente, porque desde la secretaría de Deportes de la Generalitat se habían pedido invitaciones para compromisos, tanto para nosotros como para la Diputación de Tarragona, y se nos dijo que no había”, indicó Artadi.
No obstante, la portavoz del Govern restó importancia a los silbidos que el público dirigió al president Torra. “Me parece normal que la gente se pueda expresar, esto no lo criticamos”, aseguró Artadi, que aclaró que el Govern no perseguirá ni le parecerá un delito de odio los silbidos a Torra, a diferencia, según indicó, de lo que ha ocurrido con las banderas independentistas y los elementos de color amarillo en apoyo a los políticos independentistas presos en la final de la Copa fútbol.
En similares términos se expresó el conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, el republicano Ernest Maragall, quien aseguró, además, que “España tiene jefe de Estado y Catalunya no tiene rey”.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el veterano político, ahora en las filas de ERC, se refirió a la inauguración de los Juegos Mediterráneos y denunció que en el estadio del Nàstic de Tarragona el público presente en las gradas era “escogido y controlado”. “En Tarragona, exhibición de fuerzas de seguridad de todos los colores. En el estadio, casi sólo público escogido y controlado. En el césped, discursos sin mucha pasión. En el palco, mucho Estado con olor a naftalina”, sostenía Maragall en su cuenta de Twitter. “Conclusión: España tiene jefe de Estado. Catalunya no tiene rey”, subrayaba el conseller.
Negativa de los organizadores Por contra, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), que también es el presidente del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos, negó la versión de los consellers Artadi y Maragall y aseguró en declaraciones a la emisora RAC1, que era “materialmente imposible seleccionar al público” que asistió a la inauguración. “Era materialmente imposible seleccionar al público. La venta de entradas la depositamos bajo contrato a la empresa Ticketmaster, y sólo se podían comprar de seis en seis. No lo habríamos hecho nunca”, insistió.
El alcalde tarraconense reconoció que no le gustó que hubiese espacios vacíos en las gradas, aunque precisó que eran las butacas destinadas a los atletas y las delegaciones internacionales, ya las que entradas que estaban a la venta se agotaron.
“No me gustó que silbaran al presidente Torra. De la misma manera que no me gusta que se silben los himnos. Tenemos que empezar a decir todos juntos que no se puede ir a un espectáculo a silbar”, afirmó.
Sin embargo, Ballesteros desveló que tras los abucheos al presidente de la Generalitat, habló con Torra y éste “lo encajó con deportividad”. “Tuvimos una conversación breve con Felipe VI e hicimos de mutuo acuerdo una apelación al diálogo. Empieza la época del diálogo sincero, sin condiciones y con ganas de llegar a acuerdos”, apostilló.
El presidente español Pedro Sánchez, también presente en el palco del estadio tarraconense, aseguró ayer en París, donde se entrevistó con el presidente Macron, que el hecho de que Quim Torra y el rey Felipe VI estuvieran juntos “dice mucho de la voluntad de recomponer las relaciones”. - Efe