BILBAO - Dentro de la división de criterio en el PP de la comunidad autónoma a la hora de posicionarse a favor de un sucesor para Mariano Rajoy, los respaldos se van decantando en mayor medida hacia la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Ayer se alineó a su favor el eurodiputado Carlos Iturgaiz, que aireó a los cuatro vientos a través de Twitter sus simpatías por la aspirante, porque considera que es la presidenta que necesita España. Sáenz de Santamaría, muy consciente del poder de arrastre que puede tener un vasco ligado a la etapa de resistencia del PP en los años más negros de la violencia de ETA, no tardó en agradecerle su respaldo, aunque en la comunidad autónoma es una figura muy ligada al pasado y al sector más duro y aznarista del partido. El expresidente del PP de la comunidad autónoma forma parte junto a Jaime Mayor Oreja del último reducto de opinión partidario de la ilegalización y el aislamiento total de la izquierda abertzale, además de su posición muy crítica con el PNV. En cualquier caso, su pronunciamiento es un capote para el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, que también se había pronunciado a favor de la exvicepresidenta.

Sáenz de Santamaría tiene en la comunidad autónoma vasca y Andalucía sus principales apoyos, aunque los respaldos no son uniformes y, sobre todo, espera dar la campanada por su buena valoración en las encuestas y entre los militantes. Su principal adversaria es la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que controla el aparato y ayer le dedicó algún recado al asegurar que no se gana únicamente con los sondeos. No es ningún secreto que ambas mantienen un duro enfrentamiento político y personal, y que el PP cruzó los dedos hasta el final para que no se produjera esta pugna. Entre el resto de candidatos, quien tiene alguna opción es Pablo Casado, que se presenta como tercera vía, aunque le pesa la sombra del máster.

A Soraya Sáenz de Santamaría la apoyan en la comunidad autónoma el presidente del partido, Alfonso Alonso, y el líder en Álava, Iñaki Oyarzábal; además del hasta ahora delegado del Gobierno español, Javier de Andrés. El alineamiento de Iturgaiz a favor de la vicepresidenta se interpreta dentro del PP vasco como un reforzamiento de sus opciones y, sobre todo, le ayuda a rebajar la imagen de división que ha provocado el relevo de Rajoy. En ese sentido, Iturgaiz le echó ayer un capote a Alonso. Desde los populares vascos tratan de reducir a la categoría de anécdota el apoyo del exalcalde de Gasteiz, Javier Maroto, a Casado, con el argumento de que tiene mucho que ver con su relación personal y su frecuente interlocución y trabajo codo con codo en el PP estatal, donde ambos ocupan sendas vicesecretarías. No habría que buscar en ese posicionamiento una discrepancia política.

millo apoya a santamaría Por otra parte, el exdelegado del Gobierno español en Catalunya Enric Millo también quiso mostrar ayer su respaldo a Santamaría, con quien trabajó de manera muy estrecha en la aplicación del artículo 155 de la Constitución española para suspender el autogobierno catalán y, antes de ese choque, en la búsqueda de una Operación Diálogo con el exvicepresident Junqueras que nunca se tradujo en nada tangible. Esta gestión es uno de los borrones en el currículum de la exvicepresidenta, aunque Millo quiso ayer sacar brillo a esa parte. Según dijo, la apoya porque es la candidata del PP que “más conoce Catalunya”.

En declaraciones en el acto de toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno, la socialista Teresa Cunillera, Millo mostró su “apoyo pleno y decidido” a Sáenz de Santamaría. A su juicio, “tiene experiencia de Gobierno” y su elección supondría un impulso para la “renovación, la integración y la posibilidad de conseguir grandes resultados” electorales. No será en Catalunya, donde la gestión del 155 ha provocado una creciente desafección hacia el PP y un trasvase de votos hacia Ciudadanos.