barcelona - Pedro Sánchez ya sabe con qué se encontrará en su próxima reunión con Quim Torra. Aunque desde el Gobierno español se descarta el derecho de autodeterminación como asunto a debatir y se ofrece recuperar algunos artículos del Estatut considerados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional (TC) en 2010 -amén de que pueda hablarse del acercamiento a cárceles catalanas de los políticos soberanistas que se hallan en prisión-; el Jefe del Govern tiene claro que la negociación con el líder socialista únicamente puede arrancar “a partir del mandato del 1-O” y de la declaración del 27 de octubre, aunque no desde la unilateralidad, sino desde una relación que debe ser “bilateral”, por lo que el president hizo un llamamiento a “asumir riesgos” por ambas partes.

Torra exige que ese cónclave con Sánchez no sirva solo para que sea “una foto” sino para emprender el camino que desencalle la situación en Catalunya, según explica al diario Ara en una entrevista. “Él me dirá que quiere garantizar la unidad territorial. Yo le diré que salgo de un referéndum y de una declaración de independencia, y aquí comenzaremos a hablar. Lo necesario es que tomemos riesgos”, afirma el president, para quien el Govern parte del referéndum del 1-O, que “nos obliga a no devaluarlo” ni a “defraudar la expectativas” de muchos catalanes. Además, constata que se habla “mucho de diálogo”, pero que quizás haya que comenzar a “utilizar la palabra negociación”, de “Gobierno a Gobierno”, es decir, una relación bilateral entre Catalunya y España, término éste, el de la bilateralidad, por el que también se aboga desde el Gobierno Vasco cuando el lehendakari Iñigo Urkullu habla de un nuevo estatus político y jurídico para Euskadi.

El máximo responsable de la Generalitat asegura que “trabaja con la voluntad” de que Catalunya sea independiente, “no renunciaremos a nada para conseguirlo” -dice-, pero prefiere no hablar de plazos o de desobediencia sino de “oportunidades”. Puntualiza además que su primer objetivo en esta legislatura reside en pasar de la “restitución” de las instituciones a la elaboración de una eventual Constitución catalana. Para solventar la crisis de Catalunya, el president señala además que está abierto a la mediación internacional. En este contexto, recalca que reabrirá las embajadas cerradas a raíz de la aplicación de las medidas del artículo 155 y que nombrará un nuevo delegado en Bruselas, mientras que en paralelo el denominado Consejo de la república internacionalizará el caso catalán.

Torra, por otro lado, replica a la oposición, en concreto a Ciudadanos, que es el president de todos los catalanes y no solo de los del “lazo amarillo”, pero argumenta que “nunca normalizará una situación” como la de los dirigentes soberanistas en prisión que en su opinión son “víctimas” de un atentado democrático”. “Es compatible gobernar para el conjunto de los catalanes y, al mismo tiempo, hacer evidente la situación de excepcionalidad y de crisis política profunda que vive este país”, subraya. El president se muestra convencido de que saldrán de prisión, y cree que las “victorias que seguramente obtendremos en los procesos de extradición serán un primer paso importante en los asuntos judiciales en el Estado”.

sin intercambios Su número dos en el Ejecutivo catalán, el vicepresident y conseller de Economía Pere Aragonés también advirtió al Gobierno de Sánchez de que “no nos olvidaremos del 1-O” a cambio de un nuevo modelo de financiación. En declaraciones al diario Punt Avui, argumenta que “nosotros partimos del 1-O y esto no es intercambiable por nada”. En este contexto, reseña que Catalunya tiene “derecho a la autodeterminación”, que para el Govern es una “línea roja”, y si pretenden arreglar la situación con un nuevo modelo de financiación “es que no han entendido nada”. Según el vicepresident, la solución pasa por el “reconocimiento del derecho de autodeterminación, que ya hicimos el 1-O” pero “no se ha tenido la suficiente fuerza para aplicar el resultado”. “Toda solución que no tenga en cuenta la voluntad de los catalanes no será una solución”, insiste.

Por otro lado, el titular de Economía confía en poder presentar los Presupuestos de la Generalitat de 2019 en el Parlament el próximo mes de noviembre para que puedan ser aprobados antes de fin de año, y asegura que abordará este tema con todos los grupos parlamentarios, comenzado por los que facilitaron la investidura, en alusión a la CUP, que no pondrá las cosas fáciles en tanto que su validación pasará por si ven que se está haciendo camino hacia la república catalana. Sobre la situación de los políticos presos confía en que el nuevo fiscal general del Estado “devuelva al Código Penal la verdad y que la Fiscalía diga que aquí no ha habido rebelión, que no hay ninguna prueba de malversación y que, por tanto, no tiene ningún sentido lo que se está haciendo”.