Quim Torra trasladó al líder del PSC, Miquel Iceta, la necesidad de “rebajar la crispación” política ofreciendo un diálogo “sin condicionantes ni límites” con Sánchez. Así lo desveló la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, quien precisó que el Jefe del Govern no cree conveniente sentarse en una mesa de negociación con condiciones previas. Por ello, respecto a la exigencia del Gobierno español de que toda demanda encaje en el marco legal vigente, Artadi expresó que, según la interpretación del Govern, el derecho a la autodeterminación tiene cabida en la legalidad nacional porque figura en acuerdos internacionales firmados por España, y apostilló que los referendos, a su juicio, no están “penalizados”. Iceta fue el primer presidente de grupo parlamentario con el que se citó Torra después de que la líder de la oposición, Inés Arrimadas, plantara al president como señal de protesta por la pancarta desplegada en el Palau a favor de los políticos presos. Artadi reconoció que le “preocupa” que Arrimadas no acuda a Palau por el lazo amarillo que figura en dicha pancarta, que recalcó que no van a retirar mientras haya “presos políticos”. En todo caso, la citación a la dirigente naranja sigue vigente: “No se puede apelar al diálogo y luego no ejercitarlo”.
Torra e Iceta mantuvieron un encuentro cordial, abordando la posibilidad de colaboración entre el Govern y el PSC para recuperar algunas de las leyes en litigio en el Constitucional que tuvieron el apoyo de los socialistas en el Parlament. El Ejecutivo catalán entiende que habrá que ver caso por caso en qué fase de litigio están y, en cuanto a las que ya están suspendidas, valorar cómo se pueden “actualizar” para llevarlas de nuevo a la Cámara. Iceta se reafirmó en la “voluntad de diálogo y de establecer vínculos de confianza” que permitan “desbloquear” la relación entre Generalitat y Moncloa, tarea en la que estará el PSC sin ser mediador. El líder del socialismo catalán censuró además el comportamiento de Arrimadas: “No será una pancarta la que impedirá el diálogo. Al menos desde nuestro punto de vista no será así”.
A su juicio, el rechazo a la pancarta “no es suficiente” para negarse a ver al president, y alegó que él sí se ha encontrado con Torra pese a no compartir que se coloquen los lazos amarillos en los espacios públicos e instituciones.