terminada la era popular de Rajoy e iniciada la socialista de Sánchez, el Estado se ha internado en un camino desconocido. Cuatro décadas de democracia jamás habían alumbrado una moción de censura... Hasta ayer. Muchos son los asuntos a abordar por el nuevo presidente en una etapa que cuatro expertos -María Silvestre, Fernando Vallespín, Pablo Simón y Ramón Zallo- coinciden en señalar como complicada y llena de incógnitas, aunque pueda ser provechosa para cambiar el curso de la política estatal.

¿Cómo maniobrará Sánchez con la situación a la que se enfrenta? Con una irrupción en Moncloa “en condiciones extrañas para un sistema parlamentario”, el politólogo y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Vallespín asegura que el presidente tendrá “una maniobrabilidad tremendamente difícil” por sus únicos 84 apoyos en el Congreso, si bien “todo dependerá de cómo sea su ambición”. No en vano, y con un puzzle de apoyos de complejo encaje, “diálogo” es la palabra que Sánchez debe conjugar. Así lo apunta el catedrático de Comunicación Audiovisual de la UPV, Ramón Zallo, quien siente “alivio”, por la marcha que llevaban el PP y C’s hacia “un estado de derecho irreconocible, pero prefiere mantenerse en un “compás de espera” hasta que el nuevo inquilino de la Moncloa no esboce su programa de acción legislativa y las caras de su gobierno.

¿Habrá elecciones a corto plazo? Pablo Simón, politólogo y profesor en la universidad Carlos III de Madrid, no cree que sea así. “Ahora mismo, salvo Ciudadanos, los otros tres partidos no tienen incentivos para adelantar las elecciones”. Es más, considera como “muy probable” que el PSOE “intente emplear la Moncloa como plataforma para relanzarse”. Y quizás por la vía de las medidas “simbólicas”, aunque Simón augura que los socialistas tratarán de “ensanchar todo lo posible los apoyos del legislativo” en asuntos como el desbloqueo de la despolitización de RTVE, la modificación del Código Penal para la derogación de la ley mordaza, o los cambios puntuales sobre reforma laboral. Los socialistas tienen “una plataforma estupenda para consolidar su espacio hasta las elecciones de mayo”, apunta. “El futuro de esta legislatura va a ser más largo de lo que se cree, ahora mismo ni al PSOE, ni a Unidos Podemos ni al PNV les interesa un adelanto electoral”, afirma por su parte la directora del Deustobarómetro y profesora de la Universidad de Deusto María Silvestre, pese a ser “cierto que se va a constituir un Gobierno muy minoritario y que va a tener que buscar constantes apoyos”.

¿Tendrá Sánchez apoyos suficientes? Según Vallespín, logrará “apoyo suficiente” en ciertas materias, e “incluso en muchas leyes de regeneración política puede encontrar el apoyo de Ciudadanos”. “La gobernabilidad va a ser sumamente compleja: minoría parlamentaria, Mesa del Congreso con mayoría conservadora, mayoría absoluta del PP en el Senado y complicados compañeros de viaje? Va a ser un verdadero reto”, asevera. “No será una legislatura proactiva, pero sí de más de diálogo para conocer los límites de cada cual, con más entendimiento, no tanto de programas pero sí de reconocerse. De no anularse”, abunda Zallo. Y de paso, servirá “para que el PSOE recomponga sus filas, intente encontrarse en la centralidad en el marco político”.

¿Qué dificultades tendrá Sánchez? No todo serán rosas para el PSOE. Es la opinión de Vallespín, que ve cómo Sánchez dependerá de su “ambición” en materia de políticas sociales. Condicionado por el Presupuesto de Rajoy, “con lo cual está atado con el techo de gasto o los compromisos europeos sobre déficit, es ahí donde tendrá la mayor presión”. Y llegará desde su izquierda, “fundamentalmente de Podemos”, que buscará “diferenciarse del partido socialista en las próximas elecciones” siendo “más de izquierdas”. “Puede tener bastantes presiones para introducir modificaciones en la reforma laboral. No creo que el PNV o PDeCAT le sigan a Sánchez por ese camino”, remata. Catalunya es otro tema de suma complejidad. “Iniciar el diálogo e intentar reconstruir algunos de los puentes que estos últimos dos años de habían dinamitado (por ambas partes)” es parte fundamental, según Silvestre.

Por último, ¿y qué pasará con Euskadi? Silvestre no augura la llegada de Sánchez “tan determinante como para provocar una gran inestabilidad en la gobernabilidad” si el PP niega su apoyo presupuestario al lehendakari Urkullu, según Silvestre. La CAV está acostumbrada “al pluripartidismo y la ausencia de mayorías absolutas”, que han generado una cultura política tendente a la negociación y a la búsqueda de distintos y variados acuerdos”. Zallo, por su parte, avanza que podría destensarse la situación de temas como la situación penitenciaria, la elaboración del nuevo estatuto o el traspaso de competencias.