vitoria - ETA anunciará a finales de esta semana, entre el jueves y el viernes, el final de seis décadas de existencia. Su adiós está aún rodeado de interrogantes sobre el contenido de su última declaración pública y los términos y argumentos que empleará para valorar su trayectoria. Tampoco se conoce el formato, la escenografía y los actores que intervendrán en su acta de testamento, ni las personalidades internacionales que intervendrán en el acto de Kanbo, en el que sí participarán agentes sociales y políticos de Euskadi.
Desmovilización o disolución Aunque ETA aún no se ha pronunciado, el guión trazado en los últimos meses por la izquierda abertzale y el Foro Social Permanente apunta hacia la “desmovilización” como la fórmula elegida por la banda para su adiós. Entienden que es un término que entra dentro de los estándares recogidos por la ONU para conflictos armados (DDR: desarme, desmovilización y reintegración). Sin embargo, el resto del arco político e institucional es refractario a esta fórmula, no solo porque evoca a cese de guerrillas de movimientos de liberación, sino sobre todo porque entienden que no supone una verdadera disolución de las siglas y de su simbología, es decir, que aunque inactiva y desarmada seguiría habiendo una tutela telúrica. Desde la izquierda abertzale aseguran que al margen del término que se utilice, la banda dejará clara su desaparición definitiva.
PERDÓN TOTAL o A MEDIAS En su último comunicado publicado hace diez días, ETA dijo que “sentía, de veras” el dolor ocasionado por la violencia en Euskadi pero a renglón seguido distinguía entre el daño provocado con su actividad armada a personas ajenos a lo que denomina el conflicto -lo que se llama daños colaterales- y el causado a quienes eran objetivo premeditado de sus atentados. A los primeros pidió perdón, no así a los segundos con lo que, de manera indirecta, justificaba sus acciones contra la vida y la libertad de estas personas. Buena parte de los partidos vascos y las víctimas saludaron el paso de la banda con su reconocimiento del dolor y rechazo de su pasado, pero criticaron el perdón a medias. ETA tiene una postrera ocasión para ampliar ese arrepentimiento antes de su adiós, de lo contrario esa labor quedará en el tejado de la izquierda abertzale.
ANTES O DESPUÉS DE KANBo Otra de las incógnitas por resolver es el momento que elegirá ETA para hacer pública su declaración de desaparición. El próximo viernes el palacio Arnaga en Kanbo, localidad cercana a Baiona, acogerá un encuentro con representantes políticos y agentes sociales vascos de ambos lados de la muga, así como de personalidades internacionales. En palabras del Foro Social, el acto pretende “reforzar la credibilidad” de la desaparición de ETA. Esta asociación asegura que la declaración de adiós no se producirá durante el acto de Kanbo del viernes por la tarde. Todo apunta a que el comunicado trascenderá antes de ese cónclave, o bien por la mañana de ese día o bien el día anterior.
presencia internacional El momento de la declaración de ETA no es una cuestión baladí, ya que de ello puede depender la presencia de algunas de las personalidades internacionales en el acto de Kanbo. Estos líderes extranjeros no quieren exponerse a una declaración de la banda que les resulte difícil de digerir e inasumible, que ponga en entredicho su reputación. Necesitan conocer sus términos con antelación para evitar una eventual complicidad con argumentos o escenografías enaltecedoras de la trayectoria violenta de ETA. Esta es una de las razones que está condicionando la respuesta de las personalidades internacionales en Kanbo, unido al hecho de que el adelanto en varias semanas del final de la banda sobre lo previsto, ha obligado a los organizadores de Kanbo, así como a la propia ETA y la izquierda abertzale, a acelerar los preparativos, con los consiguientes problemas para cerrar las agendas de los representantes extranjeros.
escenografía del adiós Menos dudas ofrece la escenografía que parece dibujarse. Conocidos los términos generales del acto de Kanbo, solo queda por saber la puesta en escena de la banda para decir adiós. En las últimas horas, los servicios de inteligencia españoles han filtrado la confirmación de lo que era un secreto a voces: ETA anunciará su desaparición a través de un vídeo que remitirá a una gran televisión europea (normalmente suele ser la BBC británica) para asegurarse un eco internacional potente y después lo rebotará a algún o algunos medios audiovisuales y/o escritos de Euskadi.
La novedad es que la banda ha buscado el amparo de la Fundación Henry Dunant. Se trata de una entidad radicada en Suiza que goza de un gran prestigio internacional en el ámbito de la mediación de conflictos armados entre países e internos de cada país) y que ya en 2005 intentó la mediación entre ETA y el Gobierno español, entonces liderado por José Luis Rodríguez Zapatero. La banda pretende ahora grabar el vídeo de su adiós en la sede de esta organización en Ginebra, con varios etarras de cuerpo presente y algunas autoridades internacionales que avalarían el adiós. La filtración alterará a buen seguro las agendas de la operación. Está por ver si también los actores y el formato.