madrid - La incautación de camisetas y otro tipo de simbología de color amarillo a los aficionados del Barcelona en la final de Copa celebrada el pasado sábado ha trascendido de la perplejidad a la postura adoptada por diferentes formaciones políticas que reclaman la dimisión del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Sin ir más lejos, los portavoces de ERC y PDeCAT modificaron las preguntas que iban a formular hoy al Ejecutivo del PP en el Senado por otras dirigidas al titular de la mencionada cartera. “¿Cómo justifica el Gobierno la confiscación, por parte de la Policía, de camisetas amarillas a espectadores de un partido de fútbol?”, señala la nueva interpelación de la portavoz republicana, Mirella Cortès, acogiéndose al precepto reglamentario que permite suplir las preguntas orales de las sesiones de control por razones de urgencia. Para la mayoría de partidos está en juego la libertad de expresión.

La senadora, que iba a preguntar por la ejecución del presupuesto para I+D+i, llevará las críticas al titular de Interior por la actuación policial en el estadio Wanda de Madrid. Josep Lluís Cleries, portavoz del PDeCAT, relegó su planteamiento sobre el “intervencionismo externo” sobre el autogobierno catalán por otra referida a este mismo episodio. En concreto, preguntará a Zoido “desde cuándo” el Gobierno “confunde la violencia con la libertad de expresión, vista la actuación en Madrid de las Fuerzas de Seguridad respecto a los aficionados catalanes en la final de la Copa”. “Cuando un Gobierno impide la libertad de expresión cívica y pacífica de llevar una camiseta amarilla o un cartel reclamando la libertad de los presos políticos, quiere decir que ha perdido los valores democráticos”, argumenta el dirigente neoconvergente.

Los agentes policiales intervinieron a los aficionados camisetas y prendas amarillas con las que pretendían acceder al estadio donde el Barcelona se proclamó campeón de Copa. Desde el independentismo se había promovido la exhibición de las camisetas en el recinto para protestar por el encarcelamiento de los políticos soberanistas y miembros del anterior Govern que promovieron el procés.

Por su parte, el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, retó al delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, a utilizar su “capacidad de incidencia” para exigir la dimisión de Zoido. “Esperamos que a esta hora Millo haga valer su fuerza, su compromiso con la democracia y su capacidad de incidencia, y ya esté en Madrid en la primera mesa donde tenga fuerza para solicitarla”, reclamó. Y es que pretenden conocer quién tomó la decisión de requisar estos objetos y considera que no pudo ser una decisión policial, sino que “detrás hay una voluntad política totalitaria, que va en la línea de este Estado dictatorial que intentan organizar algunos”. Lo ve una “maniobra preparada, muy bien dibujada para tomar la libertad, prohibiendo colores, prohibiendo palabras y símbolos. Fue una gran aberración democrática”. Por eso, conminó a la dimisión de Zoido y advirtió de que si Millo no lo exige será la segunda parte del 1-O, cuando se puso “al lado de los opresores”. La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, recordó que hace un mes de la “segunda ola represiva” del Estado con el encarcelamiento de los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. “Si Zoido tiene una policía política, el juez Llarena tiene una policía del pensamiento que interpreta el pensamiento psicológico interno para ponerlos en la cárcel”, recriminó.

Asimismo, desde posiciones de izquierda, el líder de CatComú, Xavier Domènech, calificó el proceder de Zoido como una “vergüenza democrática absoluta”; mientras que el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quiere saber cuándo piensa el Gobierno de Rajoy destituir al ministro y anima a pedir disculpas a los aficionados pues considera que la Policía actuó “cumpliendo órdenes políticas”. “¿Va a dimitir el ministro del Interior por este ataque sin precedentes a la libertad de expresión? Si no lo hace, ¿piensa destituirlo el Gobierno?, rezan algunos de los interrogantes de Garzón.

El líder de la federación de izquierdas quiere saber si el Ejecutivo del PP cree que requisando camisetas y bufandas amarillas, alguna con la palabra Llibertat impresa, incrementa su “deriva irresponsable y autoritaria”. El máximo responsable de IU avisa de que en los últimos meses el Gobierno de Rajoy ha entrado en una deriva de “pérdida de perspectiva y sensibilidad democrática, con ataques inéditos y cada vez más duros contra la libertad de expresión”, lo que es “una gravedad extraordinaria”.