bilbao - El PNV decidió ayer en su reunión semanal en Sabin Etxea que estará presente en el acto previsto para el viernes de la próxima semana en Kanbo, donde se pondrá la pista de aterrizaje para la disolución de ETA. Los jeltzales tomaron esta decisión porque también estuvieron presentes en la Conferencia de Aiete que propició el cese definitivo de la violencia en 2011, y participaron igualmente en el acto por la entrega de armas en Baiona, llevada a término el año pasado; todo ello, con la intención de contribuir a cerrar la etapa negra de la violencia. “Donde se nos pida participar para asentar la convivencia, ahí estará el PNV”, zanjan las fuentes consultadas.
A partir de ahí, todo está por decidir. Los jeltzales definirán el perfil de su delegación cuando conozcan los detalles del acto. Aún no han recibido toda la información y, en función de los datos que tengan, cerrarán su representación en el evento. En cualquier caso, su asistencia está garantizada.
El Gobierno Vasco, por su parte, comunicará hoy su decisión. Las fuentes consultadas por este periódico no quisieron adelantar su posición, que se hará pública en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
sin escenificaciones La cumbre del 4 de mayo en Kanbo servirá de percha a ETA para anunciar unas horas después su disolución, aunque es previsible que no utilice exactamente ese término. Sí se espera que su desaparición sea definitiva y clara. Solo así tendría el apoyo del Gobierno Vasco. La asistencia del PNV a ese cónclave puede dar una pista sobre los términos en que se va a producir ese cierre definitivo de la historia de ETA. Una escenificación sin contenido claro hubiera dificultado la participación de los jeltzales en esa cita. Se espera que la organización anuncie su cierre de persiana total, sin perpetuarse de ninguna manera como organización civil o asistencial para encargarse del futuro de sus presos y su reinserción. - M. Vázquez