baiona - El “último objetivo” del proceso de paz se acerca. Así lo anunciaron ayer representantes del Grupo Internacional de Contacto (GIC), del Foro Social, de Bake Bidea y de la Mancomunidad de Iparralde en una comparecencia pública que, sin mencionar en ningún momento a ETA, ofrecieron en Baiona para confirmar lo que ya había trascendido: el 4 de mayo se celebrará en el palacete Villa Arnaga de Kanbo un “evento internacional” que pretenderá “colocar un nuevo hito en el camino de una paz justa y duradera; hay condiciones para nuevos pasos relevantes”.
Con sobriedad, la comparecencia que tuvo lugar en un hotel de la capital labortana sirvió para leer ante cerca de medio centenar de periodistas una breve declaración en francés, euskera y español con la que el exsecretario general de la Interpol y miembro del GIC Raymond Kendall; la portavoz de Bake Bidea, Anaiz Funosas; y el del Foro Social, Agus Hernan, se mostraron “seguros” de que habrá nuevos avances “en el futuro cercano”. Sin más detalles.
Esta idea fue la central ayer, más allá de evidenciar el amplio respaldo de la comunidad política de Iparralde al acto e invitar “a todas las organizaciones civiles y políticas vascas” a la cita del 4 mayo. Los organizadores, que no dejaron lugar para preguntas ni entrevistas posteriores, abogaron por una prudencia medida frente a la expectación mediática que se había generado, sin duda a raíz del revuelo informativo generado por el comunicado de ETA dado a conocer la pasada semana y por las declaraciones posteriores del miembro del GIC Alberto Spektorowski, que avanzó que “la declaración de que ETA va a dejar de existir va a ser muy clara”. Eso sí, Raymond Kendall aseguró que la cita del 4 de mayo supondrá “un evento primordial para el avance del proceso de una paz duradera”.
Pese a que el tema de la convocatoria de prensa de ayer en Baiona era ofrecer “detalles relevantes sobre el proceso de desmovilización de ETA”, tres días después de su documento sobre el daño causado durante sus 60 años de existencia, las siglas protagonistas “del último conflicto violento en Europa” no fueron pronunciadas durante el breve espacio de tiempo empleado en leer el comunicado.
“No ha sido fácil, no es fácil, pero los vascos han demostrado una clara determinación de avanzar en su objetivo de lograr una paz justa y duradera”, señalaron los tres portavoces ayer en una breve declaración que puso en valor al “pueblo vasco, la sociedad civil, los partidos políticos, y las instituciones locales y regionales” por su “liderazgo” y afán de superar los “obstáculos” que han existido desde la Conferencia Internacional de Aiete del 17 de octubre de 2011. Ese día, en presencia de Kofi Annan, entre otros, el exdirigente irlandés Bertie Ahern leyó una declaración a la que al día siguiente se adhirió la izquierda abertzale y, dos días más tarde ETA, con el anuncio del cese definitivo de su actividad violenta.
Antes que Funosas, Hernán y Kendall, intervinieron el presidente y vicepresidente de la Mancomunidad de Iparralde, Jean-René Etchegaray y Kotte Ecenarro, para renovar el “compromiso con el proceso de paz” del nuevo órgano administrativo de Iparralde.
“Estábamos convencidos de que no se podía apagar esa llama” que nació con Aiete, dijo Etchegaray, afirmación refrendada por Ecenarro al recordar la declaración que electos de Iparralde alumbraron en Baiona en diciembre de 2012. Ambos, junto al alcalde de Hiriburu, Alain Iriart (EH Bildu); los senadores Max Brisson (Les Républicains) y Frédérique Espagnac (PS), y los diputados de MoDem Vincent Bru y Florence Lasserre-David, conformarán un grupo de apoyo al acto del día 4. Estas declaraciones marcaron el terreno del contenido de ayer sin dejar margen para conocer más sobre el Encuentro internacional para avanzar en la resolución del conflicto en el País Vasco, como se denomina. Ni su contenido, ni su formato, ni sus asistentes.
La solemnidad de Aiete La cita del viernes 4, presumible antesala del anuncio de disolución de ETA, tendrá lugar en un chateau de estilo euskaldun a apenas 25 kilómetros de Baiona y a 12 de Luhuso, donde varios de los denominados Artesanos de la Paz fueron arrestados en diciembre cuando intentaban inutilizar parte del arsenal de ETA.
Con la Villa Arnaga, que en 1903 mandó construir Edmond Rostand (autor de Cyrano de Bergerac), los organizadores se decantan por un escenario, hoy un museo de propiedad municipal, que por su solemnidad recuerda más al Palacio de Aiete que al acto popular de desarme de hace un año y que diversos sectores criticaron por su carácter festivo.
Las alusiones a Aiete, cuya fórmula de sucesión de declaraciones se puede calcar seis años después, se repitieron ayer. Tanto que los organizadores recuperaron para sus comunicaciones oficiales el logo de la ventana abierta que la propia Bake Bidea y la extinta Lokarri emplearon en octubre de 2011.