bilbao - La exdirectora general de Instituciones Penitenciarias Mercedes Gallizo (PSOE) se mostró ayer en Gasteiz partidaria de “flexibilizar” la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA, aunque precisó que la disolución de la banda “facilitaría mucho” poder adoptar medidas como acabar con la dispersión de los reclusos ahora diseminados en decenas de prisiones del Estado español, lejos de las cárceles vascas. También se pronunció sobre la transferencia a Euskadi de la competencia de Prisiones al Gobierno Vasco y dejó caer que ahora puede ser el momento para que el Ejecutivo español dé los pasos necesarios.

Gallizo compareció ante la Ponencia de Convivencia y Memoria del Parlamento Vasco a propuesta del PSE y en presencia de los parlamentarios vascos expuso su experiencia como máxima responsable de Instituciones Penitenciarias entre 2004 y 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno español. En este foro parlamentario participan representantes de todos los grupos con representación en la Cámara de Gasteiz, excepto el PP por considerar que no persigue deslegitimar el terrorismo.

En declaraciones a los periodistas antes de su comparecencia en la ponencia -que se celebra a puerta cerrada-, recordó que la dispersión de los presos de ETA se produjo porque hace años había un número importante de internos de la banda y el sistema penitenciario tiende a “protegerse” para evitar que haya demasiadas personas de una organización en una misma cárcel. La cifra de reclusos de la banda superó incluso los 700, mientras que ahora no alcanza los 230 en las veinteséis prisiones del Estado español (otro medio centenar en cárceles francesas). En Hegoalde hay cuatro establecimientos penitenciarios: Iruñea, Martutene (Donostia), Basauri y Zaballa (Araba).

A su juicio, la disolución de ETA ayudaría a poner fin a la dispersión, ya que los presos que cumplen condena “ya no lo estarían como militantes de una organización terrorista”. Por ello, Gallizo insistió en que “e avanzaría mucho si no existiera ETA, a la que supuestamente pertenecen” esos presos. También recordó que la legislación española, en comparación con los países del entorno, es “bastante avanzada y progresista” porque tiene una orientación “muy clara” hacia la reinserción y porque se puede aplicar el criterio de la “flexibilidad” con los presos para mejorar su situación.

Sobre la denominada vía Nanclares, que se activó bajo su mandato en Prisiones con los presos de ETA que se desmarcaron de la banda y realizaron una autocrítica de la utilización de la violencia, Gallizo dijo que fue una “experiencia extraordinaria desde el punto de vista humano y ético, si bien rechazó pronunciarse sobre si el actual Gobierno de Rajoy debería reabrir esta vía.

En este sentido, se mostró partidaria de “flexibilizar” los criterios que se utilizan para la aplicación de la legislación penitenciaria a los reclusos de ETA, así como a las personas condenadas por otro tipo de delitos, sin necesidad de modificar las leyes actuales. A su juicio, la ley permite que presos clasificados en primer grado puedan pasar al segundo grado y los de segundo grado al tercero y poder optar a permisos de salida y beneficios penitenciarios. Por ello abogó por aplicar esta flexibilidad con justicia “a los casos que convenga y a todas las personas independientemente de cuál sea su delito”.

Asimismo se refirió a la posibilidad de que la gestión de los centros penitenciarios pueda ser transferida a Euskadi, como se recoge en el Estatuto de Gernika. Gallizo recordó que Catalunya asumió este competencia hace más de 30 años, y que desde entonces la gestiona “en perfecta coordinación” con el Gobierno español, sin que exista “problema alguno”. Por ese motivo, indicó que “quizá puede ser el momento” de dar pasos en esa dirección también en Euskadi. - DNA