IRUÑEA - Dice Jaime Montero, abogado defensor de los jóvenes de Altsasu que se enfrentan desde mañana a una petición de entre 375 años de prisión en la Audiencia Nacional, que en la gran partida de ajedrez que se juega en este caso “estos chicos son solo unos peones”. Y matiza con otra aportación interesante para tratarse de un letrado defensor la realidad de este procedimiento: “Puede parecer que si alguien discute la desproporción de las penas que se están pidiendo en este caso se sitúa al lado de los presuntos agresores, pero hay que destruir esa dicotomía; no por discutir la desproporción de la pena uno está situándose al lado de quien agrede y en contra de las víctima. A la propia víctima le debería interesar que el castigo fuera proporcional porque si no pierde tambien legitimidad”. Montero será uno de los letrados que, junto a Amaia Izco, Jaione Karrera, José Luis Galán, Manuel Ollé y Eva Gimbarnet, defiendan en el proceso a los ocho jóvenes de Altsasu.
El juicio comenzará a las 10.00 horas en la sede de San Fernando de Henares en un tribunal presidido por Concepción Espejel. El resto de los integrantes del tribunal son Manuela Fernández Prado y Jesús Eduardo Gutiérrez Gómez (ponente). Las defensas trataron de recusar a la magistrada Espejel, cuya cercanía al PP es incuestionable, debido a que está casada con un alto cargo de la Guardia Civil, lo que pondría en tela de juicio la imparcialidad de todo juez. La recusación no fue admitida. Se trató del último episodio previo a la vista en el que los defensores sienten que el tablero está algo inclinado. Serán diez sesiones de juicio hasta el 27 de abril en la que declararán los ocho procesados (lunes 16), los cuatro denunciantes (martes 17), 56 testigos (entre ellos nueve policías forales, cuerpo que fue el primero que se encargó de las diligencias; cinco guardias civiles e incluso el alcalde de Altsasu, Javier Ollo). - E. Conde