MADRID - “Tiene usted mucha suerte porque puede venir a esta Cámara con ese ofensivo lazo amarillo que quiere decir que en España hay presos políticos”. Así se despachó ayer el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en una respuesta al portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, en la sesión de control cuando el diputado soberanista interpeló sobre la decisión de la justicia alemana que permitió dejar libre a Carles Puigdemont. En nombre del Gobierno español, el titular de esta cartera no tuvo otra que reseñar que “en Catalunya hay mucha gente que no tiene tanta suerte, porque les amenazan, les escrachan y les pintan sus casas”, para de paso acusar a los independentistas de estar “haciendo un gran daño a la democracia”. “Es España hay separación de poderes, ustedes eso no lo entienden y así les va”, remató Catalá.

Campuzano le replicó que la postura germana es un “varapalo a toda la estrategia del Gobierno” de Mariano Rajoy en la cuestión catalana, porque rompe “con el falaz relato de que ha habido violencia para justificar la rebelión, la cárcel y la inhabilitación”. “Su Gobierno ha optado por construir un relato político peligroso e irresponsable”, le afeó. El portavoz del PDeCAT calificó como “error el gobierno de los jueces”, con la sensación de que “la justicia no es imparcial”. Aunque, tras la resolución procedente de Alemania, “es el momento para rectificar, para liberar a los presos, abrir el diálogo político y asumir responsabilidades”. Hasta la diputada de En Comú Podem Lucía Martín, dijo que “no hubo violencia en Catalunya”. - I. S. M.