BRUSELAS - O renunciar al escaño o delegar el voto. Esa es la estrategia del independentismo con Toni Comín para investir a Jordi Sànchez, aunque el exconseller siempre ha lanzado balones fuera cuando se le ha requerido aclarar sus intenciones sobre su renuncia individual. Ayer aludió a que no es algo que solo afecte a él sino también a Carles Puigdemont. “Los dos estamos en libertad con condiciones, sin posibilidad de abandonar el país, y por tanto es imprescindible que estudiemos cómo llevar a cabo una delegación de voto”, explicó.
Comín, enrocado, dijo que “mientras haya otras maneras de conseguir la investidura -sin que el expresident y él tengan que renunciar al acta- habrá que intentarlas”. “A los que estamos haciendo sacrificios tan grandes no se nos tienen que proponer sacrificios mayores a no ser que sea absolutamente imprescindible”, apuntó, a la vez que insistió en que “además hay que hacer entender que mi renuncia individual tampoco resolvería la investidura”. Preguntado sobre si lo que quiere dejar claro es que no renunciará al acta de diputado si no lo hace también Puigdemont, Comín dijo estar en contra de “hacer valoraciones de escenarios especulativos e hipotéticos”.
El político, que huyó a Bélgica hace más de cinco meses, atendió a los medios junto a la también exconsellera Meritxell Serret y el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, que explicó que se ha encargado a Serret asumir la responsabilidad de ERC en Bruselas y a Comín ser “la cara visible” del futuro “Consejo de la República” en la capital comunitaria. - I.S.M.