vitoria - El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, se mostró ayer partidario de mantener los acuerdos con el PNV tras las elecciones municipales y forales del próximo año. Jeltzales y socialistas gobiernan en coalición en las tres diputaciones y en buena parte de los ayuntamientos, incluidos los consistorios de las tres capitales de la comunidad autónoma. También comparten responsabilidades en el Gobierno Vasco. Pastor realizó un balance positivo, y consideró “previsible” y “lógico” que se puedan repetir los acuerdos, salvo que se produjera una voladura en los compromisos y las relaciones, tal y como explicó a Radio Euskadi.
En cualquier caso, como es obvio, a trece meses de las elecciones el PSE aún no ha tomado ninguna decisión al respecto. Sería muy prematuro fijar posición ahora porque los comicios tendrán lugar en mayo del próximo año y, además, los partidos se cuidan mucho de adelantar sus intenciones sobre los pactos postelectorales antes de ver los resultados de los comicios. Hacerlo les restaría margen negociador y, quizás, apoyos en las elecciones. En este caso, además, se da la circunstancia adicional de que el PSE deberá someter sus pactos a consulta entre la militancia socialista. Los últimos cambios impulsados a nivel federal provocarán que la última palabra la tengan sus simpatizantes. Las fuentes consultadas creen que el balance de la alianza con el PNV es satisfactorio y muestran su “voluntad de continuar”. La decisión definitiva dependerá de los resultados electorales, la voluntad y las estrategias del resto de partidos que obtengan representación, y los acontecimientos que puedan tener lugar en los próximos trece meses. El PNV, por su parte, no tomará ninguna decisión hasta ver los resultados electorales.
Pastor puso ayer en valor el “buen trabajo” del Gobierno Vasco y la “buena relación” entre sus socios, un clima que contribuye y “ayuda mucho a que se puedan repetir los pactos”. El socialista quiso reivindicar la aportación de su partido a la política vasca como factor de estabilidad y como tractor de las políticas sociales. En el caso concreto del Ejecutivo vasco, dijo que el socialismo pretende “hacer útil la presencia, los votos y la fuerza del PSE para conseguir un país más estable política y económicamente, para introducir políticas sociales, para profundizar en las que ya estaban”, dijo. A su juicio, también los ciudadanos vascos valoran la gestión del Gobierno de coalición como “un factor de estabilidad y de crecimiento económico”. “Si las cosas van como hasta ahora, después de las elecciones municipales o las siguientes, lo previsible es que se pueda volver a repetir el escenario de acuerdos electorales con el PNV”, apostó.
En términos generales, los socialistas realizan un balance positivo de los acuerdos, pese a los desencuentros puntuales que se han producido en los ayuntamientos de Barakaldo (con la ruptura del pacto de estabilidad) e Irun (ruptura de la coalición). En la intensa pugna de la izquierda, el PSE ha tratado de marcar perfil como una formación de gobierno y capaz de transformar las políticas desde las instituciones, y ha tratado de contraponer esa imagen a la de Podemos.
No obstante, en las últimas jornadas, la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, ha criticado la desunión de la izquierda y ha lanzado mensajes que podían interpretarse como un guiño a Elkarrekin Podemos y EH Bildu. La posibilidad de articular un eje de izquierdas estuvo sobrevolando los meses previos a la constitución del Gobierno Vasco de coalición con el PNV. El deterioro de la relación entre el PSOE y Podemos a nivel estatal y su desconfianza mutua tras la investidura fallida de Pedro Sánchez han complicado cualquier acercamiento y, en el caso de EH Bildu, la negativa de la izquierda abertzale a reconocer la injusticia del daño causado por ETA es un factor que está distorsionando su relación con otros grupos.
“si no hay voladura” Los trece meses que faltan hasta las elecciones son una eternidad. Pueden producirse cambios en el Estado y las estrategias de los partidos. Por el momento, la relación de confianza entre PNV y PSE es un factor que allana la reedición de su acuerdo. “Si no hay ningún elemento que provoque la voladura de los compromisos anteriores, que no parece que esté en el horizonte, ese sería el tracto sucesorio lógico a partir de mayo”, dijo Pastor.