DONOSTIA - La vía francesa para el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas a sus casas recibió ayer la aprobación de la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, que dijo estar “de acuerdo” con el traslado de Zigor Garro y Julen Mendizabal a la cárcel de Mont-de-Marsan desde prisiones más lejanas ya que no quiebran las “líneas rojas” como que “tengan delitos de sangre o condenas pendientes en España”, con una referencia expresa a la legalidad que coincide con la que ha expresado la AVT en las últimas semanas.

Ordóñez se pronunció así tras el encuentro que mantuvo en Donostia junto a Rubén Múgica con los políticos galos Vincent Bru (diputado de la fuerza gubernamental, En Marche!) y Max Brisson (senador de Les Republicains, acudió a la Conferencia de Aiete en 2011). Ambos forman parte de la delegación de Iparralde que trabaja con el Ministerio de Justicia galo aspectos como la reinserción de los presos de ETA. La máxima dirigente de la asociación encuadró el movimiento anunciado ayer por Etxerat en las intenciones que el Ejecutivo galo trasladó a Covite hace un par de meses en lo referente a la aplicación del “régimen común a aquellos con fechas próximas de salida, menos de dos años, y buen comportamiento”. Según explicó fue “el único punto” de la reunión de ayer en el que no hubo discusión con sus interlocutores.

A su entender, “han conseguido que se aplique la legislación común de Francia a los presos y nada más”, expresó en referencia al acercamiento de Garro y Mendizabal desde prisiones que se encuentran a 600 y 900 kilómetros de sus casas, respectivamente, a la de Mont-de-Marsan, a apenas 2000 kilómetros. Ordóñez reconoció que sus interlocutores les dijeron que “tienen muchas reuniones con los Artesanos de la Paz, pero no son de la misma organización”. Bru y Brisson señalaron que están “plenamente comprometidos con la resolución del conflicto”, escuchando a todas las partes” y explicando su labor “equilibrada e imparcial”. - Jurdan Arretxe