BARCELONA - A medida que van transcurriendo las jornadas, también se incrementa la presión sobre los partidos soberanistas catalanes de cara a que alcancen un acuerdo que posibilite la investidura del nuevo president de la Generalitat. La amenaza de una nueva convocatoria electoral en la que se pondría en riesgo su actual mayoría parlamentaria sigue acechando en el horizonte, y en este complejo contexto la reunión hoy de la Mesa de la Cámara podría resultar clave: a diferencia de lo que sucedió la semana pasada, se prevé que en este encuentro se aborde la reforma de la Ley de Presidencia impulsada por JxCat para facilitar la investidura a distancia de Carles Puigdemont. Sin embargo, la especial situación del president cesado -exiliado en Bélgica por la orden de detención que pesa en su contra en España- apunta a una doble presidencia: una figura de rango superior ocuparía la Generalitat catalana, mientras que Puigdemont lideraría otro gabinete desde Bruselas.
Así lo apuntó al menos el pasado sábado la portavoz del grupo parlamentario de JxCat, Elsa Artadi, dirigente de la total confianza de Carles Puigdemont. En esta vía podrían encontrase JxCat y ERC para desbloquear al fin la investidura, y la reunión de la Mesa del Parlament de hoy puede suponer un primer paso. En esta línea pareció apuntar ayer el diputado del PDeCAT Jordi Xuclá, cuando aseguró que se puede conjugar “la voluntad de que haya gobierno y de reconocer el liderazgo de Carles Puigdemont”, lo que supuso un respaldo claro a la doble vía que está sobre la mesa. En declaraciones efectuadas ante el Tribunal Supremo, donde encabezó la delegación del PDeCAT que acudió a arropar a su secretaria general, Marta Pascal, en su declaración ante el juez Pablo Llarena, Xuclá dijo que “lo bueno es que haya gobierno pronto en Catalunya, que sea fiel al mandato de las urnas y que se reconozca que el bloque de los 70 diputados apoya al president Puigdemont”. Con este fin, su partido mantiene unas negociaciones “muy discretas” con ERC, agregó.
Hace una semana, la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), de no incluir en el orden del día de la Mesa la reforma de la Ley de Presidencia provocó una importante fricción con JxCat, al igual que el paso unilateral de acudir a instancias europeas con el fin de lograr garantías para la investidura de Puigdemont. Ayer, la formación del encarcelado Oriol Junqueras siguió defendiendo su postura de optar por un candidato a president más posibilista y que ofrezca mayores garantías que Puigdemont por las causas judiciales que penden sobre su cabeza.
Así, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, aseguró que “nadie es imprescindible y todo el mundo puede ser sustituido”. “Hay muchos dispuestos a arriesgar lo que haga falta para que gane la democracia”, añadió. También en las inmediaciones del Tribunal Supremo, donde acudió para respaldar a la dirigente de su partido Marta Rovira, agregó que “ésta es una batalla por la democracia y que en ningún caso vamos a abandonar”.
Los terceros en discordia, la CUP, también se mantuvieron en sus trece de considerar a Carles Puigdemont como el único candidato a presidir la Generalitat, al menos por el momento. Los votos de sus cuatro parlamentarios son imprescindibles para garantizar la mayoría soberanista y no se prevé que cambien el paso en esta fase decisiva para que la legislatura eche andar. Eso sí, los cuperos urgieron ayer a JxCat y ERC a explicar la fórmula elegida para posibilitar la investidura. La exdiputada Mireia Boya insistió en que “por el momento” Puigdemont sigue siendo su candidato y añadió que su partido está “esperando que tanto ERC como JxCat especifiquen cómo será esta investidura para poder analizarla y cuál es el programa de Gobierno para seguir la construcción de la República”.
Presión de C’s En el otro lado de la balanza, las formaciones constitucionalistas han empezado a mover ficha, empezando por Ciudadanos, que resultó vencedora en las elecciones del 21-D y que ha solicitado la celebración de un pleno extraordinario. Persigue que cada partido diga cuál es su propuesta para superar el bloqueo político, así como poner de manifiesto las “peleas internas” en el independentismo, tal y como explicó ayer la presidenta naranja en Catalunya, Inés Arrimadas. Esta apuesta contó también ayer con el respaldo del PSC, que aseguró que apoyará las propuestas de resolución impulsadas por C’s y Catalunya en Comú-Podem para llevar a cabo plenos en el Parlament con el objetivo de “desbloquear la situación política en Cataluña”.
Esta iniciativa de C’s persigue la convocatoria de un pleno extraordinario, denominado de “desbloqueo”, en el caso de que Roger Torrent no anuncie hoy el inicio de una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios para proponer un candidato a la Generalitat distinto a Puigdemont. El secretario general del PPC, Santi Rodríguez, emplazó a su vez a Torrent a plantear un aspirante alternativo al debate de investidura para que “como mínimo empiece a correr el reloj”.