pamplona - El culebrón del desencuentro en el interior de Podemos de Navarra dio ayer un giro drástico al conocerse la expulsión definitiva de Laura Pérez de la formación morada. Justamente un mes después de que se anunciara su suspensión cautelar por un expediente en el que le acusaban de haber infringido de “forma grave el código ético”, la Comisión de Garantías decidió ayer cerrar este asunto con el peor de los escenarios para Pérez, que en tan solo un año ha pasado de ser la secretaria general de la formación a estar directamente fuera de ella.
La expulsión de Pérez conlleva, según la presidenta de la Comisión de Garantías, Estíbaliz Martínez, que firma la resolución, la obligatoriedad de “entregar el acta de parlamentaria, de cesar en sus intervenciones parlamentarias y extraparlamentarias en nombre del partido”. La decisión tomada por este órgano es ejecutiva desde ayer, día a partir del cual se abre un plazo de un mes para que las partes puedan interponer recurso ante la misma Comisión y advierten de que en un proceso como este, se deberán agotar las vías internas antes de ejercitar las acciones judiciales que pudieran corresponder. Un mensaje claro a la propia Pérez que, a pesar de que siempre se había mostrado excéptica sobre que pudiera darse este desenlace, ya había apuntado con anterioridad a la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria en caso de que finalmente este fuera el veredicto.
Las razones que esgrime el órgano interno de la formación para llegar a esta conclusión se resumen en que Pérez no habría aceptado que le quitaran la portavocía, lo que ha hecho que haya actuado por libre y haya faltado a sus obligaciones sin justificación. Pérez se defiende de las acusaciones enmarcándolas dentro de una campaña contra su persona y en una voluntad de la dirección de anular sus postulados dentro del partido.
La decisión de la Comisión de Garantías coincidió con la petición que previamente había hecho por la mañana el Consejo Ciudadano a los cuatro parlamentarios críticos de que entregasen el acta. Según destacó este órgano de dirección del partido, los críticos “han actuado de forma antidemocrática” al “atribuirse” la dirección y representación pública del partido. - Javier Bergasa