Barcelona - La exdiputada de la CUP Mireia Boya quedó en libertad tras declarar ante el Tribunal Supremo durante menos de una hora y sin que las partes reclamaran contra ella medidas cautelares después de que en su alegato ante el tribunal, donde solo respondió a preguntas de su abogado y a algunas del juez, la dirigente anticapitalista afirmara que la declaración de independencia (DUI) aprobada por el Parlament no tuvo simples declaraciones “cosméticas”, sino que tenía una intención claramente efectiva. Otros, como el propio Oriol Junqueras, que otorgó a la DUI un valor “estrictamente político”, y sin darle el cariz de efectividad real, o como pasó con los consellers de ERC y PDeCAT, siguen en prisión.
Según la acusación particular, ejercida por Vox, Boya defendió que los incidentes frente a la conselleria de Economia y que acabaron con el destrozo de varios vehículos fue responsabilidad de los periodistas. Hizo creer que los vehículos los destrozaron los periodistas, a lo que el juez le replicó que esa afirmación parecería una suposición y que parece más verosímil que fueran los concentrados ante el edificio. Boya acusó a los agentes de la Policía española de salir de paisano a la caza de independentistas con motivo del 1-O y negó su relación con el comité estratégico, si bien reconoció que estuvo en reuniones en las que se debía definir la hoja de ruta soberanista por mandato de sus electores. También explicó que nadie le preguntó sobre si acata o no la Constitución, aunque la definió como “un muro”.
Su abogado, Carles López, confirmó que su defendida dijo que la DUI “no fue simbólica”, aunque posteriormente matizó que con motivo de la aplicación del artículo 155 y la no actuación del Govern, “no tuvo efectos, no fue eficaz”. Por su parte, Boya destacó que lo que vino a hacer ante el Supremo es “explicar lo que realmente ha pasado, un proceso ratificado por las urnas” que desembocó en un “referéndum que ganamos”, pero que “se vio truncado por un golpe de Estado en forma de 155”. Así, aunque ha habido otras elecciones “que hemos vuelto a ganar, seguimos igual, sin diálogo por parte del Estado”, censuró. Rechazó las vías violentas para ejercer política porque “si hay algún acuerdo y conspiración entre todos es la no violencia” y “nunca ha habido violencia en Catalunya”, de manera que “la gente ha sido ejemplar” y ello “desmonta los delitos que están provocando cárcel y exilio”.