MADRID - Pese a que el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, recalcó ayer que la estrategia frente a Ciudadanos (Cs) no había formado parte de la reunión de Mariano Rajoy con los barones territoriales del Partido Popular, cuesta creer que el asunto no estuviera sobre la mesa. Y menos aún después de haber oído a algunos de ellos antes del encuentro realizar afirmaciones como que el líder del partido y presidente del Gobierno español debería de “ponerse las pilas” para frenar el avance de Ciudadanos, que según las últimas encuestas sube en intención de voto a costa de los populares.
La afirmación fue pronunciada por el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, aunque compartida en silencio por otros barones territoriales. El líder popular extremeño puso voz a un sentir generalizado y explicó que siempre que aparece un actor nuevo en política que además, como en este caso, comparte “algunos principios” sería “absurdo” por parte del PP “negar que tiene que haber una preocupación”.
La reunión en la sede de Génova, a la que también asistió la cúpula popular al completo y los ministros Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro, buscaba también apagar los fuegos entre los líderes territoriales del partido y fijar una postura común sobre la reforma de la financiación autonómica que les permita negociar con el PSOE.
Martínez-Maillo puso mucho empeño en colocar ante los medios de comunicación el mensaje de que no habían dedicado “ni un minuto, ni un segundo” a la competencia de Ciudadanos que, por otra parte, sigue siendo su socio parlamentario y además apoya a presidentes populares en las comunidades de Extremadura y Murcia. Lo mismo afirmaron después varios dirigentes autonómicos como el gallego Alberto Núñez Feijóo que no se salió del guion: “Ciudadanos no estaba invitado”; o el murciano Fernando López Miras, al recalcar que hablar del partido naranja no formaba parte del orden del día.
No obstante, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, admitió estar preocupado por los naranjas, así como por la financiación autonómica y los casos de corrupción de su partido. “Todo eso está en la actualidad de España y sobre ello hay que insistir, reflexionar y actuar”, concluyó. Por su parte, el presidente del PP en la CAV, Alfonso Alonso, afirmó que su partido no tiene que negociar nada sobre financiación autonómica -el Concierto económico y el Cupo ya han sido acordados y aprobados en el Congreso- y además los populares vascos son conscientes de que en Euskadi Ciudadanos, al menos de momento, no supone un riesgo para el PP, ya que carecen de representación en el Parlamento y no llegan a cinco los concejales que tienen en los ayuntamientos vascos. “Los que parece que están preocupados son ellos”, se jactó Alonso.
Para no preocuparle Ciudadanos, Martínez-Maillo dedicó buena parte de su comparecencia para explicar la reunión a criticar al partido de Rivera, poniendo de relieve sus “cambios de opinión permanente como una veleta” o sus continuas “abstenciones” en temas clave. También afeó a C’s que en Catalunya “utilice cualquier excusa para atacar al Gobierno por cualquier supuesto error” -en alusión a la pregunta de Albert Rivera sobre el FLA- antes que poner encima de la mesa los “problemas” que afectan al “mundo independentista”. - DNA