barcelona - El tiempo avanza y el independentismo catalán continúa sin alcanzar un acuerdo que permita a Carles Puigdemont recuperar, de una u otra forma, la presidencia de la Generalitat. El último intento por acelerar su investidura procede de las entidades civiles, concretamente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que trata de dar un espaldarazo a las pretensiones de Junts per Catalunya (JxCat) de proclamar president en el Parlament, “de forma efectiva”, a quien fuera Jefe del Govern hasta la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno español. Una demanda que contrasta con lo expresado el pasado sábado por la secretaria general de ERC, Marta Rovira, cuando reclamó limitar la figura de Puigdemont a un “reconocimiento” de su “legitimidad en Bruselas”, al tiempo que en Catalunya se ponga en marcha “un gobierno efectivo”. Algo que desde JxCat volvieron ayer a descartar.

En concreto, el secretariado nacional de la ANC, que se reunió en Igualada en sesión ordinaria, validó instar a las fuerzas políticas que inviertan de nuevo al president “legítimo” de Catalunya y líder de Junts per Catalunya, de manera “efectiva”, y sin estar condicionados a los “desacreditados” tribunales españoles. Hasta el punto de volver a tomar las calles a modo de reivindicación, prometen fidelidad a Puigdemont, de forma que “la ANC estará a su lado y defenderá nuestras instituciones y Govern hasta las últimas consecuencias” cuando “vuelva a Catalunya para afrontar el reto de liderar la creación efectiva de la república catalana”. En un comunicado que lleva por título Dignidad, responsabilidad y radicalidad democrática, la entidad independentista solicita asumir los “riesgos” que conlleva “el liderazgo hacia la independencia” y denuncia la “inacción”, a su vez que anuncian que preparan “movilizaciones para apoyar acciones valientes o para exigirlas”, sobre todo en caso de que no haya finalmente acuerdo entre ERC y JxCat para la investidura y la gobernabilidad. “Llamamos a movilizarnos inmediatamente para exigir la investidura del president que hemos votado y en favor de la república”, reza el documento.

En este sentido, aunque el grueso fundamental de la nota se dirige a que los partidos independentistas asuman cuál es su responsabilidad en esta difícil travesía, la ANC también lanza críticas hacia el Estado, y en esta tesitura promete responder judicialmente contra “el abuso de poder de España” y apoyar a todo aquél que emprenda acciones en este ámbito.

Entre tanto, desde la portavoz del grupo parlamentario de JxCat, Elsa Artadi, la misma que ha irrumpido en no pocas quinielas estos días como alternativa a acabar liderando la presidencia, se insiste en rechazar que Puigdemont pueda acabar siendo nombrado como president “simbólico”. Artadi reitera que Puigdemont es el único candidato de JxCat y del Parlament, y recuerda que tiene el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados, por lo que no entiende “que se esté hablando de planes B o de alternativas”. Cuestionada en una entrevista en el diario Ara sobre la opción de ser ella quien definitivamente lleve las riendas del Ejecutivo catalán, Artadi volvió a negar la mayor. Es más, explica que JxCat ha presentado una proposición para modificar la ley de Presidència para “poner por escrito y de manera explícita lo que ni el reglamento ni la ley prohíban”, pese a que afirma que Puigdemont ya se podía investir a distancia sin necesidad de modificar esta ley. “Nos han dicho que con la normativa actual no podemos hacer lo que queremos. Pues nosotros cambiamos la normativa”, sostiene, en referencia a la posibilidad de que el Constitucional pueda impugnar esta reforma. Si el TC dictaminara que no se puede cambiar la ley de Presidència, “sería una vulneración más” porque, a su juicio, estaría diciendo al Parlament que no puede legislar.

Respecto a las negociaciones mantenidas con el resto de las formaciones rupturistas, Artadi concreta que sí es verdad que “han fructificado algunas cosas” en dichos contactos y que el conflicto no lo tienen con ERC ni la CUP, sino con el Estado. Además, destaca que nadie quiere nuevas elecciones, pero que “es evidente que no se puede descartar nada”. “No tendría sentido y tampoco estamos tan alejados para acabar en unas elecciones”, sentencia. A nadie se le escapa que, a tenor de lo acontecido en las precedentes, donde Puigdemont se impuso al republicano Oriol Junqueras, ya por entonces encarcelado, en la pugna en el seno del independentismo; la vuelta a las urnas podría volver a despuntar la candidatura de Puigdemont en detrimento de la republicana.

el mandato de las urnas En este horizonte, también el portavoz adjunto de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, se reafirmó en la postura de investir president de la Generalitat a Puigdemont y que ejerza todas sus funciones del cargo. “Tiene que hacer de president y mandará”, afirma en una entrevista en El Suplement de Catalunya Ràdio. Pujol no contempla una presidencia simbólica, y considera que Puigdemont debe ser invertido porque “lo dijeron las urnas y no lo quiere el Estado”.

Pero el diputado de JxCat da un paso más y también espera un movimiento del Gobierno español para que “el que oprime debe cambiar”. “La fruta madura hay un día que cae del árbol”, asevera. “¿Qué escenarios me propone?”, plantea cuando se le cuestiona si contemplan alguna opción alternativa a Puigdemont. El dirigente soberanista cree que estos dos meses desde las elecciones han servido para poner en evidencia al Estado español y colocarlo “ante un gran espejo donde se han visto todas las carencias democráticas”. En paralelo, hace un llamamiento a otras formaciones, y especialmente al PSOE, al que avisa de que “si no reacciona, un día no podrá mirar a los ojos de Catalunya ni de su electorado más tradicional”.

Sin embargo, no parece que desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy pueda haber algún tipo de gesto para que, en caso de que Puigdemont, decida dejar Bruselas y regresar a Catalunya, no se le ordene detener a las primeras de cambio. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, aseguró ayer que el president cesado tiene dos opciones, “o fugado o en la cárcel”, y los independentistas deberían de proponer otro candidato y dejarse de presidencias “simbólicas o no simbólicas”. Maíllo señaló que solo puede haber un presidente elegido de manera presencial por el Parlament y reprochó que sean los independentistas “con sus líos internos y la ambición personal de Puigdemont” los que están impidiendo que haya solución para Catalunya. Así, recordó que el Constitucional ha dicho claramente que “no cabe investidura telemática” y, a partir de ahí, el independentismo debe proponer a un candidato que cumpla estos requisitos y cumpla la ley.