madrid - El viernes Junts per Catalunya dio un paso adelante en el Parlament al presentar su propuesta para la reforma de la ley de Presidencia, a pesar de no contar con el apoyo de sus socios de ERC. El propósito de este movimiento es cambiar el reglamento para que Carles Puigdemont pueda ser elegido a distancia. Sin embargo, la respuesta del Gobierno español no parece que se vaya a demorar y amenaza con anular por completo la estrategia de la candidatura de Puigdemont. Así, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ya estudia recurrir a los tribunales la iniciativa de JuntsxCat.
La proposición de ley presentada por el grupo parlamentario de JuntsxCat en el registro del Parlament, tan solo contiene dos artículos, ambos pensados para hacer viable que el president destituido pueda recuperar su cargo sin necesidad de que regrese a Catalunya y acuda al hemiciclo. El primero señala que “en caso de ausencia, enfermedad o impedimiento del candidato” podrá celebrarse una investidura sin su presencia o intervención. El segundo punto plantea que las instituciones y órganos catalanes puedan convocar y celebrar sesiones a distancia.
En principio, parece que esta iniciativa ni siquiera contará con el apoyo de ERC, ya que ha sido un movimiento unilateral de JuntsxCat. Pero tampoco la respaldan los comunes. Según la portavoz de Catalunya en Comú, Elisenda Alamany, la estrategia de la candidatura de Puigdemont, que fuerza a Esquerra a mojarse, forma parte de un “juego de equilibrios” entre los partidos independentistas, que no dejan de “marear la perdiz” sin llegar a un acuerdo. “Ahora mismo el debate es si el Govern está en Bruselas o en Madrid. Y para nosotros debería estar en Catalunya”, zanjó Alamany.
“propuesta descabellada” Como cabía esperar, los partidos constitucionalistas rechazaron rotundamente la iniciativa para modificar el reglamento, y la calificaron de “propuesta descabellada” que rompe las reglas del juego del Parlament. El PP de Catalunya se opondrá al cambio de la ley de Presidencia e intentará paralizarlo con un escrito dirigido al presidente de la Cámara, Roger Torrent, que presentará mañana. A juicio de los populares, los “menguantes fieles” a Puigdemont “no pueden condicionar la vida de los catalanes y su Gobierno con propuestas descabelladas y absurdas que violentan la vida parlamentaria y los elementales principios del derecho”.
Por su parte, Ciudadanos se manifestó en la misma línea que el PP y pidió a Carles Puigdemont que no condicione la vida política de Catalunya. Según la secretaria de Política Municipal de la formación naranja, Begoña Villacís, “no es sensato” pedir la investidura de Puigdemont a distancia, ni estar pendiente de él. “El problema que tiene el independentismo es que solo sabe hacer propuestas para sí mismo”, criticó.