gasteiz - La reanudación, ayer, de los trabajos de la ponencia de Memoria y Convivencia se saldó con la ratifiación de un acuerdo entre los grupos, el de no dejar salir información sobre lo que allí dentro se debate, según confirmaron a DNA fuentes parlamentarias. Casi tres meses después de que finalizará la fase de comparecencias de afectados por el terrorismo, los abusos policiales o la dispersión, los partidos tenían la misión de dirimir si se cierra ya un preacuerdo de consenso sobre las víctimas, o no, antes de abordar las siguientes fases que se han encomendado; memoria, política penitenciaria, y derechos humanos y convivencia.
En principio se había establecido abordar estas cuatro cuestiones en apartados, pero según pudo saber este periódico EH Bildu y PSE entendieron, cuando se pactó la metodología de trabajo en junio, que no era necesario acordar las conclusiones de cada bloque antes de pasar al siguiente.
En los últimos tres meses la ponencia ha permanecido paralizada, después de que doce víctimas ofrecieran sus testimonios, no exentos de polémica. El PP, que no participa en este foro al entender que pretende “blanquear” el terrorismo y a la izquierda abertzale, censuró la comparecencia de Unai González, expreso condenado por pertenencia a Jarrai que perdió a la madre de su compañera cuando ambas iban a visitarle a prisión. El parlamentario del PP Carmelo Barrio afirmó que la presencia de González “desvirtúa” los objetivos de la ponencia y resulta “intolerable”, dado que “no es una víctima”, sino “un responsable de la violencia” de ETA.
Por su parte, el resto del arco parlamentario ha reiterado sus peticiones a los conservadores para que se incorporen a los trabajos de la ponencia. El popular Antón Damborenea dijo que no asistirán hasta que EH Bildu “deslegitime a ETA y sea capaz de decir que estuvo mal matar a la gente”. - T. Díez