BARCELONA. La sección décima de la Audiencia ha adoptado esta decisión tras una vista en la que, a la espera de que se resuelvan los recursos en el Tribunal Supremo, la Fiscalía ha pedido enviar ya a prisión a Millet y Montull y que se retire el pasaporte, se prohíba salir de España y se fijen comparecencias periódicas al extesorero de CDC Daniel Osàcar y la exdirectora financiera del Palau Gemma Montull.

Tras reunirse para deliberar, la Audiencia ha acordado enviar a prisión a Fèlix Millet y Jordi Montull, que serán trasladados hoy mismo desde el edificio judicial a la cárcel de Brians-1, en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona).

Para Gemma Montull y Daniel Osàcar, la sala ha resuelto la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer mensualmente ante el juzgado.

La vista se ha celebrado hoy, tres semanas después de que la Audiencia condenara a nueve años y ocho meses de cárcel a Millet, a siete años y seis meses a Montull y a cuatro años y medio a su hija Gemma por saquear el Palau, así como a cuatro años y cinco meses a Osàcar por los 6,6 millones de euros en comisiones ilegales que CDC cobró de la constructora Ferrovial.

La fiscal Marta Marquina ha basado su petición de prisión preventiva en la "gravedad" de los hechos cometidos por Millet y Montull, así como en los efectos que el expolio que perpetraron acarrearon para el "erario público", al tiempo que ha esgrimido que la capacidad económica de los condenados incrementan su riesgo de fuga.

Para la fiscal, la elevada edad y el delicado estado de salud de los exresponsables del Palau no aleja ese riesgo de fuga, teniendo en cuenta que esas circunstancias no impedirían su entrada en prisión, lo que ha intentado acreditar blandiendo estadísticas: en las cárceles catalanas cumplen condena actualmente 74 personas mayores de 70 años y 14 de más de 80; el año pasado ingresaron en prisión 24 internos de más de 70 años y seis octogenarios.

Marquina se ha mostrado, además, convencida de que la sentencia que les condenó a prisión está perfectamente "razonada", lo que a su parecer la convierte en una resolución "blindada que es difícil que sea modificada por el Supremo".

Por contra, el abogado de Millet, Abraham Castro, ha apelado al precedente del caso Nóos, en que los condenados no han entrado en prisión a la espera de que la sentencia sea firme, y ha argumentado que su cliente tiene un "arraigo personal y familiar" que hace imposible que intente huir.

Según Castro, Millet ha permanecido nueve años esperando juicio y otros 20 días desde que se le notificó su condena, "sin fugarse", pese a que se exponía a decenas de años de cárcel, muchos más de los que finalmente ha sido condenado, y disponía de mayores recursos económicos, puesto que parte de sus bienes los puso a disposición del juzgado para devolver las sumas expoliadas del Palau.

Similares argumentos ha utilizado el abogado de Montull, Jorge Navarro, que ha insistido en que su cliente ha cumplido "religiosamente" las comparecencias que se le impusieron y que su delicado estado de salud -incluido el marcapasos que lleva- alejan el riesgo de huida.

La sección décima de la Audiencia ha desestimado los argumentos planteados por las defensas de Millet y Montull y ha acordado su prisión provisional, comunicada y sin fianza, por lo que hoy mismo y ya dormirán en la cárcel de Brians-1.