barcelona - El portavoz del Gobierno español y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, admitió ayer que hay “opiniones para todos los gustos” sobre si corren o no los plazos de dos meses que pueden llevar a unas nuevas elecciones en Catalunya, una vez que el presidente del Parlament catalán, Roger Torrent, anunció un aplazamiento de la investidura de Carles Puigdemont.

“He leído estos días opiniones para todos los gustos. A los juristas nos gusta mucho opinar sobre temas de derecho. Estaremos a lo que digan los letrados del Parlament, que son los que mejor conocen la cuestión. Están elaborando un informe y serán ellos los que digan cuál es el camino a seguir”, declaró Méndez de Vigo en la comparecencia posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

En este sentido, el portavoz del Ejecutivo, que emplazó a la Mesa de la Cámara a abrir una ronda de contactos con todas las fuerzas políticas catalanas para buscar una solución a la situación política, señaló que no se plantean pedir un informe a los servicios jurídicos del Estado sobre esta cuestión para saber si corren ya los plazos o hay que esperar a que se produzca una votación de investidura en el Parlamento catalán para que empiece a contar el reloj de dos meses que marca el propio reglamento del Parlament. Insistió en que estarán “a lo que digan” los letrados del Parlament y espera que esa decisión sea respetada por todos.

Fuentes de Moncloa subrayaron que los independentistas apelan continuamente a la necesidad de poner fin a la aplicación del artículo 155 en Catalunya y recuerdan que, si no desbloquean la situación proponiendo a otro candidato, ellos mismos no contribuirán a acabar “con lo que dicen que quieren acabar”.

Méndez de Vigo puso en valor el recurso que el pasado viernes presentó el Gobierno español ante el Tribunal Constitucional para impedir la investidura de Puigdemont. Ante ese escenario, subrayó que podrían haber hecho el “ridículo” si Puigdemont, que es un “prófugo de la Justicia en busca y captura por delito muy graves”, hubiese sido investido finalmente presidente de forma telemática o por delegación, ya que, según ha dicho, no tiene “antecedentes en ninguna democracia europea”.

El portavoz del Ejecutivo español aseguró, además, que el Gobierno no se plantea volver a desplazar a Catalunya un refuerzo de agentes como el 1-O ya que la situación, pese a los incidentes provocados el martes por una minoría de radicales a las puertas del Parlament, “está bajo control”. - E.P./Efe