barcelona - Roger Torrent tendrá que tomar hoy la decisión más complicada de su trayectoria política. Esta mañana mantendrá una reunión con los restantes miembros de la Mesa del Parlament, pero no podrá adelantar demasiado trabajo porque el Tribunal Constitucional se reunirá a las 13.00 horas para decidir en el último minuto si levanta las medidas cautelares que pesan sobre la investidura, que impiden que sea telemática y obligan al candidato a estar presente con una autorización del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
Si el Tribunal Constitucional decide mantener sus condiciones, obliga a Puigdemont a estar presente y el candidato no se presentara en el Parlament, la Mesa tendría que decidir sobre la marcha. Torrent tendría varias opciones ante un pleno de investidura en ausencia del candidato: aplazar la sesión; pedir que continúe, pero únicamente para que los portavoces parlamentarios expongan sus argumentos y no para celebrar una votación final; o permitir una investidura a distancia o delegada en otro parlamentario de JxCat que leería el discurso de Puigdemont. JxCat designó ayer como portavoz a Elsa Artadi, y el coportavoz será Eduard Pujol. Esa vía la ha vetado el TC y, salvo que cambie hoy de criterio, provocaría la acción judicial del Estado con responsabilidades penales que recaerían sobre Torrent y los otros tres representantes soberanistas de la Mesa (dos de JxCat y uno de ERC). La opción de un candidato alternativo no parece viable por ahora.
El partido de Torrent, ERC, aseguró ayer que habrá investidura y que su candidato es Puigdemont. Pidió, incluso, ser “firmes” en defensa de esta votación. No obstante, en línea con el mensaje que ha defendido en los últimos meses, en clave pragmática, antepuso los “intereses del país” y evitó especular con su postura en el caso de que se planteara un formato no permitido por el juez. El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, reiteró ayer su apoyo a Puigdemont y pidió “firmeza” en defensa de esta propuesta, pero también reconoció que “por encima de todo está el país”. Desde el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián aseguró que habrá investidura “como se pueda y el Estado permita”.
Sabrià explicó ayer la posición de su partido después de que el diputado Tardà incendiara la relación con JxCat contemplando el sacrificio de Puigdemont. “Ante el embate más feroz que nunca del Estado contra los derechos de los diputados catalanes y la demofobia del Estado español, ERC pide a todos los partidos firmeza en defensa de las instituciones de Catalunya”, dijo, para añadir que es necesario jugar “con inteligencia”. “Hace falta firmeza, porque sabemos que nos jugamos colectivamente con inteligencia tirar adelante”, dijo, para añadir en otro momento que hay que “leer bien” la totalidad de las declaraciones de Tardà, puesto que apostaba por restituir al Govern pero teniendo presente que “hay un bien que está por encima de todo, que es el país”. “No nos pueden obligar a elegir”, añadió Sabrià.
Rufián, por su parte, defendió la candidatura de Puigdemont, y dijo que este martes “habrá investidura, como se pueda y el Estado permita”. En una entrevista en RNE, defendió a su compañero Tardà porque “dijo algo muy obvio; que no hay nadie imprescindible”.
los plazos Si no hubiera votación, no está del todo claro si debería comenzar a correr el plazo de dos meses para convocar otras elecciones en mayo. Un informe del Consejo de Estado de 2003 defiende que los plazos comienzan a correr incluso aunque no haya votación, porque sería en sí misma una investidura fallida.