madrid - La actuación de Soraya Sáenz de Santamaría ha quedado en entredicho tras el último recurso del Gobierno para impedir la investidura de Puigdemont, que no fue admitido a trámite por el Tribunal Constitucional y fue previamente rechazado por el Consejo de Estado. Sin embargo, la vicepresidenta del Ejecutivo español dijo ayer no sentirse cuestionada y que se limitó a cumplir con su “obligación”. Así, se defendió alegando que gobernar es “pensar primero en el futuro” del país y luego en el de uno mismo.

En esa línea, Soraya Sáenz de Santamaría rechazó que el TC haya dado un varapalo judicial al Gobierno y opinó que la decisión del tribunal de suspender la sesión de investidura de hoy si se intenta investir a Puigdemont a distancia es una “buena noticia”. Sin embargo, que el recurso no fuera admitido a trámite y haya quedado en suspenso supone un revés personal para la vicepresidenta, que fue la mayor impulsora de esta apelación que pretendía que Puigdemont no pudiera ser elegido ni siquiera en el caso de acudir presencialmente. Esta controvertida medida se une a otras apuestas de la dirigente del PP que han sido arriesgadas y polémicas, como la aplicación del 155 que finalmente desembocó en una debacle electoral de los populares en los comicios catalanes. A pesar de ello, Sáenz de Santamaría no se siente cuestionada “en absoluto” y asegura que en el Ejecutivo se sienten “satisfechos” de la labor realizada.

Así se pronunció en un desayuno informativo en el que acompañó al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Además, cuestionada acerca de si el Gobierno presionó a los magistrados del Tribunal Constitucional antes del debate sobre el recurso, la vicepresidenta lo negó y expresó que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se limitó a presentar dicho escrito, que es la “manera” que tienen para dirigirse a los tribunales, “como hace todo el mundo en este país”. Además, Sáenz de Santamaría defendió la “absoluta independencia” del Constitucional en sus decisiones.

comparecencia Sobre estas supuestas presiones a los miembros del TC se pronunció ayer el PDeCAT, que cree que si se confirman dejarían en una “difícil situación” al Ejecutivo de Rajoy. Por ello, pedirán la comparecencia de Sáenz de Santamaría ante el Congreso y el Senado.

Según explicó el portavoz de la formación independentista en el Senado, Josep Lluís Cleries, el Gobierno español “debe ser consciente de que sus actuaciones están cuestionando los cimientos de la independencia de poderes, intrínseco en los sistemas democráticos”. A la petición de comparecencia de la vicepresidenta se sumaron también los diputados de En Comú Podem, la confluencia de Podemos en Catalunya. - M. Aizpuru