Irun - A primera hora de la tarde del martes, el alcalde de Irun, José Antonio Santano (PSE), comunicó al portavoz jeltzale que quedaba cesado de sus funciones al frente de Urbanismo y Vivienda. El jueves, las dos ediles del PNV que seguían en el equipo de gobierno renunciaron a sus delegaciones de gobierno. La coalición quedó rota. Días después de la crisis, este diario ha contactado con los dos protagonistas para recabar sus testimonios. El Gabinete del primer edil responde que el alcalde, en la línea de sus declaraciones del jueves, cuando dio el asunto por “zanjado”, ya ha explicado todo lo sucedido mientras que Iridoy recapitula lo ocurrido estas dos semanas.

“Mala gestión, pérdida de confianza, falta de transparencia, y trabajo al margen de los informes técnicos y de la legalidad urbanística”. Esto dijo de usted el alcalde el jueves. ¿Se siente identificado?

-Rotundamente no. Sus declaraciones públicas son del todo inadmisibles y dicen mucho de él como persona y político tras dos años colaborando con un socio de gobierno con gestión eficaz del trabajo, como él mismo ha solido decir. Estas declaraciones me dan pena. Irun no se merece un alcalde con esas características personales y políticas.

¿Ha reflexionado sobre el cese?

-Me quedo con una sensación de deslealtad manifiesta e incumplimiento del pacto de gobierno. Se acordó que en el caso de discrepancias en la gestión se trasladarían a la comisión de seguimiento. En este caso, a un anuncio positivo que hago el 12 de enero como delegado de Urbanismo, en lugar de convocar a la comisión de seguimiento para reconducir la situación, Santano hace algo fuera de lo habitual cuando ha habido discrepancias: traslada en público un desmentido a través de su portavoz.

¿Se ha reunido la comisión?

-El alcalde ha dicho que él ha intentado reconducir la situación, y es verdad, entre comillas, lo digo en tono un poco irónico. El lunes 15 me llama por teléfono, pero plantea que yo rectifique públicamente esa buena noticia para la ciudad y el ámbito de Korrokoitz. No iba a desdecirme de una verdad consistente. Se lo traslado y se encierra en su planteamiento. No llegamos a un acuerdo. El 15 es el último día que hablamos para reconducirlo. El miércoles 17 se va a Fitur y el jueves por la tarde, vuelve y le envío un mensaje para reconducir la situación. Compruebo en WhatsApp que lo lee, pero no responde. El viernes llamo tres veces; la última, a su secretaria. Sin contestación. A través del portavoz socialista consigo que se reúna la comisión.

¿El 19?

-Sí, el viernes por la tarde. En las anteriores reuniones hemos ido tres de cada partido, hemos estado él por la parte socialista y yo por parte de mi partido. Por parte del PSE llegan dos y dicen que Santano no va a aparecer. Si esta es su forma de reconducir...

¿En qué consiste “anteponer intereses personales” en Korrokoitz, como acusó al alcalde?

-El nudo gordiano está en la comunicación. En otras instituciones hemos visto anuncios conjuntos de proyectos entre el diputado general y el primer teniente de diputado. Santano siempre lo ha negado en Irun. Él antepone sus intereses personales y políticos, porque no quiere que yo anuncie nada positivo, siendo el responsable del área. No asumió que estar con un socio de gobierno suponía una colaboración y un trabajo conjunto.

Cuando dijo que los técnicos avalarían su acuerdo, ¿expresaba su convicción, una orden, un deseo...?

-Una convicción. El anuncio que hago el 12 fue que Korrokoitz tenía una nueva ordenación tras un año de trabajo de técnicos municipales y los designados por la propiedad. Mi convicción viene de que quienes van a redactar los informes técnicos son los que han estado en ese trabajo de un año. No van a contradecirse, plasmarán el resultado del trabajo de este año en este documento. Ahora bien, puede suceder que en los informes técnicos haya algunas cuestiones de detalle en el documento, de 109 páginas, y que la propiedad tenga que hacer alguna corrección. Con el grueso de la ordenación no tengo ninguna duda.

Cuando concluyó esta comparecencia suya el lunes, ¿intuía el cese?

-Realmente había visto que Santano tenía pocas? Para una salida digna como habían transcurrido los acontecimientos, el lunes tras la rueda de prensa que ofrecí, veía que tenía dificultades para salir honrosamente de esa situación. No descarté que rompiera el gobierno, incluso pensé, conociendo a Santano, que me destituiría. Ya el viernes anterior, cuando intento contactar con él, está dando una rueda de prensa con la excusa del frontón Uranzu. Digo excusa, porque sobre todo habla de Iridoy. En dos sentidos: me exige una rectificación pública sobre Korrokoitz y avala las declaraciones de la portavoz del Grupo Popular, en las que me tachó de tener un “ramalazo machista”.

El alcalde afirma que el problema es usted, y no el PNV.

-Ese esquema se confirmó en la rueda de prensa del jueves, cuando dice que con las concejalas que no había cesado no tenía problema, que habían trabajado bien.

¿Cómo ha sido la experiencia de gobierno?

-Complicada desde el principio, porque Santano no ha asumido que trabajaba con un socio que merecía un respeto, y que tiene unas responsabilidades de trabajo y comunicación. En el momento en el que se han empezado a ver los frutos de estos dos años y a dar noticias positivas de calado, han crecido las discrepancias. Las relaciones han sido difíciles. Se nos ha ocultado información y se han incumplido cuestiones del pacto y de una relación normal entre socios. En julio de 2017 hubo una filtración a un medio de comunicación de un tema en torno a Plaiaundi, que venía de una inacción del propio Santano y el PSE. El tema lo sabíamos él y yo, y si yo no filtré? Las fricciones han crecido hasta el detonante de Korrokoitz.

¿Se arrepiente de algo?

-Entiendo que hemos trabajado dando lo mejor que tenemos, con unos criterios de hacer las cosas bien, con honestidad y cercanía, buscando lo mejor para las personas. En este momento no se me ocurre nada, que seguramente habrá porque aquí nadie es perfecto, y nosotros tampoco, pero no se me ocurre nada reseñable que haya realizado de manera no adecuada. Siempre lo he hecho dentro del marco de la legalidad y de las competencias del departamento.

¿Cómo ve al Gobierno municipal?

-No tengo nada que decir. Santano ha tomado esta decisión y él verá cómo reconfigura. Tendrá que asumir las consecuencias de su decisión.

¿Quiere decir que el PNV retirará todo el apoyo al Gobierno?

-No. Nuestro objetivo no es ir en contra de nadie, sino construir y mejorar Irun en beneficio de toda la ciudadanía. Es lo que nos impulsará de aquí hasta que, en mi caso, concluyan las responsabilidades que tengo en el Ayuntamiento de Irun.

¿Ha influido en esta crisis la posibilidad de que el pacto PNV-PSE se rompiera en otras instituciones?

-No nos corresponde a nosotros decir nada, porque es un ámbito más político y le corresponde al máximo órgano del partido.

El PNV sopesa elegir candidato a partir de marzo. ¿Se ve con fuerzas?

-Con fuerzas, sí, porque esto es vivir la política con intensidad y a nivel emocional me ha afectado muy poco que Santano diga que he trabajado al margen de la legalidad. Las personas con las que he trabajado y yo tenemos claro que eso es falso. Ha habido un trabajo de alta intensidad porque este tipo de situaciones en el espacio público suben de intensidad. Emocionalmente estoy bien, me siento fuerte y haré lo que me pida el partido. Siempre con una visión muy clara de que, si así lo decide el partido, mi finalidad como posible candidato es dar continuidad a mi trabajo para que la ciudad mejore y avance.