Con más o menos discrepancias, PP y PSOE han ido de la mano en la cuestión catalana. De hecho, Mariano Rajoy trasladó a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, su intención impugnar la investidura de Puigdemont, un paso, que sin embargo, no explicó a Ciudadanos, tantas veces fuerza aliada y ahora rival político de los populares. Por eso, tras la decisión del Constitucional de cercenar las opciones de Puigdemont, PP y PSOE coincidieron en su valoración al reclamar de las fuerzas soberanistas un cambio, tanto en su agenda como en el candidato a presidir la Generalitat.

Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del PP, pidió a la “mayoría independentista” que “empiece a pensar” en un candidato diferente a Puigdemont para la presidencia de Catalunya. En un acto celebrado en la localidad abulense de Guisando, el dirigente popular afirmó que el Gobierno español, con la impugnación de la investidura del candidato de JxCat, “ha cumplido con su responsabilidad al adoptar todas las medidas necesarias para que no se diera un fraude contra la Constitución y la autonomía en Catalunya”.

Así, Casado instó a las fuerzas soberanistas, que cuentan con mayoría en el Parlamento catalán, a “pensar en un candidato que no tenga ningún problema judicial y “sobre todo que tenga una hoja de ruta que sea la de cumplir con la ley”, con el objetivo de “volver a la normalidad institucional”.

En similares términos se manifestó el delegado del Gobierno español en Catalunya, Enric Millo, quien en declaraciones a RAC 1 aseguró que Puigdemont debería dar un paso atrás y dejar que otro candidato asuma la Presidencia de la Generalitat porque “todo un pueblo no se puede sacrificar por un hombre” que “bloquea” la salida a la crisis política actual.

A su juicio, Puigdemont tenía el derecho político a presentarse a las elecciones del pasado 21 de diciembre, pero “en una democracia, la ley se ha de cumplir”. “Un hombre se puede sacrificar por todo un pueblo pero todo un pueblo no se puede sacrificar por un hombre. Esto es lo que algunos quieren y lo que está perjudicando las posibilidades de Catalunya de salir de la situación actual”, añadió Millo, que pidió que prevalezca el sentido común.

Preguntado si el líder de ERC Oriol Junqueras -en la prisión de Estremera- podría ser el aspirante alternativo a presidente de la Generalitat, Millo expresó que “cualquier candidato elegido de acuerdo con la ley es aceptable”, sin citar nombres.

Respecto al dispositivo policial dispuesto los últimos días para detener a Puigdemont en el supuesto de que decidiera volver a Catalunya, el delegado del Gobierno español aseguró que “no hay un dispositivo especial, lo que ha habido es un refuerzo de la vigilancia en las fronteras”.

el psoe pide normalidad Desde el PSOE, su secretario de Organización, José Luis Ábalos, pidió ayer a los soberanistas catalanes “que renuncien a su agenda y vuelvan a la ley y a la normalidad”. Ábalos, que participó en el acto de apertura del XV Congreso del PSOE de Albacete, afirmó que “el presidente de Catalunya tiene que ser para Catalunya, no para mantener viva una agenda independentista”. Por ello, afirmó que hay que pedir a los independentistas “que renuncien a su agenda y que vuelvan a la ley y la normalidad”, la única forma de recuperar la legalidad”.

Según Ábalos, después del dictamen del Constitucional, “nos ha quedado claro que no se puede jugar a burlar a la Justicia y al mismo tiempo reivindicar el Estado de Derecho, que no se puede uno quedar con lo que le interesa y el resto no lo acato”. En este sentido, aseveró que “lo que ha quedado claro es que Puigdemont tiene que venir a España, no a investirse como presidente, que ya lo fue y despreció el serlo, sino a dar cuentas ante la Justicia”.

Respecto a la resolución del Constitucional, reseñó que es una operación de responsabilidad del Ejecutivo “en la que no entramos porque les corresponde al Gobierno”. Comentó, sin embargo, que el Gobierno “hasta ahora no se ha lucido por su eficacia, metedura de pata tras metedura”. “Ojalá sólo quedara en errores”, señaló el dirigente socialista, para quien el problema es que el Gobierno “no ha querido entender nunca Catalunya como parte de España, ha querido imponer su visión uniforme, no ha actuado en ningún caso y ha permitido que la situación quede allí”.

A su juicio, “ante la amenaza de romper la unidad de España nos tendríamos que poner con quienes defiende la unidad, pero al mismo tiempo defienden la legalidad y el orden constitucional”. Además, apuntó que “hay compañeros que dicen que están hartos del tema Catalunya, y es que los problemas que duran terminan hartando, pero el problema existe y hay que enfrentarlo”. - Efe/DNA