madrid - La devastadora declaración de Ricardo Costa ante el juez de la rama valenciana del caso Gürtel ha obligado al PP a salir al paso y a expresarse en un registro más autocrítico que el empleado hasta la fecha. Si el partido de Mariano Rajoy había optado hasta ahora por tomar distancias con las versiones de los imputados y asegurar que son solo estrategias de defensa, ayer decidió pedir perdón por la corrupción, lo que implícitamente supone reconocer los manejos. Fue el portavoz en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, quien se declaró avergonzado por lo sucedido, aunque lo hizo colocando algún paño caliente y asegurando que los casos de corrupción son una excepción y hechos muy puntuales en el partido.
El ex secretario general del PP de la Comunidad Valenciana Ricardo Costa aseguró el miércoles ante el juez que su partido pagó con dinero negro parte de los gastos de la campaña electoral de las autonómicas y municipales de 2007, y algunos actos de las generales de 2008. Ese dinero en metálico procedía de las donaciones de empresas con adjudicaciones en el Gobierno valenciano. Las órdenes las daba el expresidente autonómico Francisco Camps, según su versión. Este esquema habría permitido al partido acudir dopado a las elecciones y tener una ventaja competitiva sobre el resto de formaciones por su mayor capacidad para organizar actos y darles un carácter más fastuoso. Costa ha sido el primer responsable del PP valenciano de la época que ha hablado de la financiación irregular. Esa versión tiene cada vez mayor peso porque la han defendido nueve empresarios, tres cabecillas de la red Gürtel y, desde el miércoles, Costa, la mano derecha de Camps.
Ante semejante escenario, Hernando pidió perdón ayer a los votantes. “Es una desgracia y yo pido perdón a la gente que, de buena fe, ha votado al PP”, dijo en una entrevista en Telecinco. Hernando dijo sentir una “enorme vergüenza”, pero también matizó que el PP “no es el señor Costa”, sino “el partido que ha solucionado la crisis que dejaban los socialistas”, en relación a la recuperación económica. Hernando defendió en todo momento que la dirección del partido “jamás” ha dado directrices para cometer delitos, y añadió que los escándalos son cuestiones puntuales y excepcionales pero no la regla general en el PP.
El PP valenciano fue durante años un pilar esencial en el partido de Mariano Rajoy. Además de las sucesivas mayorías absolutas de Camps en Valencia y su ambición política, fue el principal apoyo de Rajoy cuando el aznarismo trataba de desplazarlo del liderazgo del partido. Rajoy siempre estuvo muy agradecido por el respaldo que le brindó el PP valenciano en el Congreso de 2008. El capote de Camps le permitió resistir el empuje de Esperanza Aguirre.
Ayer, el mismo día en que Hernando realizaba su acto de contrición, el PP decidió abstenerse en las Cortes Valencianas y no pedir abiertamente la dimisión de Camps del Consejo Jurídico Consultivo de la comunidad. De momento, el partido no ha apostado por el descenso a los infiernos del expresidente valenciano pese a la declaración de Costa.
“quien la hace la paga” Hernando defendió ayer que los casos de corrupción son una excepción en el PP y, además, puso en valor que el entonces tesorero a nivel estatal, Luis Bárcenas, avisó a Costa de que las prácticas de Valencia estaban prohibidas. Es la afirmación que mayor controversia está provocando en las últimas horas porque se presta a todo tipo de lecturas: el PP cree que dice mucho a su favor porque avisó a los valencianos, pero la oposición cree que, si alguien en Madrid estuvo al tanto de estos manejos, debió denunciarlo o abrir una investigación interna y hacer seguimiento del asunto. Rajoy dice que no sabía nada. Hernando defendió que lo importante ahora es que “quien la hace la paga y está respondiendo ante la justicia”, y dijo que el PP “es una estructura muy grande donde todo el mundo, en general, ha cumplido las normas”, aunque luego añadió: “No descarto que haya habido alguien que no lo haya hecho”, aunque no era una conducta común, según dijo.