Pamplona - Lejos de cerrarse, la brecha abierta en Podemos Navarra tras hacerse público que la dirección del partido tiene la intención de expulsar a Laura Pérez se agrandó ayer un poco más. Lo hizo después de una comparecencia en la que la exsecretaria general de la formación morada dio a entender que no acatará las órdenes del partido, que tiene intención de continuar desempeñando su trabajo parlamentario como hasta ahora y que, además, emprenderá “las acciones legales necesarias” contra la dirección para defenderse en un caso que, considera, forma parte de una campaña de “acoso y derribo” y cercena el mandato popular respaldado por 46.000 personas que votaron a Podemos en 2015, cuando Laura Pérez fue cabeza de lista de una plancha que fue fundamental para propiciar el cambio en Nafarroa. Un cambio que parece ser el único valor que ambos sectores han coincidido en cuidar, ya que tanto Laura Pérez como Mikel Buil reiteraron que la actual mayoría cuenta con 26 parlamentarios, cuyo compromiso no variará pese a las coyunturas partidistas.
Pérez ya no es la portavoz del partido, pero aprovechó la ronda con los periodistas posterior a Mesa y Junta para colarse en la sala de prensa y leer un pequeño comunicado. No se declaró abiertamente en desacato, ni tampoco quiso dar nombres. Pero su versión, por radicalmente opuesta a la que unos minutos antes había ofrecido Mikel Buil (portavoz parlamentario de Podemos después de que Eduardo Santos se hiciese con la dirección del partido en mayo de 2017), bastó para evidenciar un distanciamiento cada vez más preocupante entre dos facciones (una, la de Eduardo Santos y que dirige el partido; y otra, la de Laura Pérez y que tiene mayoría entre los cargos públicos morados de la Cámara) que amenazan con partir el grupo parlamentario.
Un extremo que no tiene tan claro la propia Laura Pérez, para quien el “mandato popular” del 2015 es más importante que las órdenes de la dirección, cabe deducir por sus palabras. “El expediente se enmarca en un contexto de acoso y derribo a quienes, con lealtad al partido y al cuatripartito, hemos mantenido posturas críticas siempre manifestadas a nivel interno y hemos defendido también políticas más rupturistas dentro de Podemos, así como su democracia interna”, precisó Pérez, quien lamentó que en esta ocasión la dirección haya ido “demasiado lejos”, lo que le obliga a “agotar cauces internos y emprender las acciones legales necesarias” para su defensa.
Pese a todo, Laura Pérez trasladó “un mensaje de calma pese a la gravedad de la situación”, y ha reiterado que su “compromiso, como el de tanta gente que está detrás conmigo, es el de la responsabilidad con el cambio en Navarra, y dicho compromiso sigue intacto”. “No se va a ver amenazada la estabilidad del cuatripartito porque, como hemos dicho, siempre nuestro compromiso es con un acuerdo programático y con nuestro programa político y seguiremos actuando y votando en coherencia con ello”, ha asegurado, en relación al acuerdo de gobierno entre Geroa Bai, Podemos, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra.
grupo parlamentario Respecto a la decisión del partido de suspenderle de sus portavocías, Laura Pérez aseguró que va a “seguir ejerciendo” sus funciones porque “creo que tengo un mandato popular que está respaldado por 46.000 personas y por lo tanto una cuestión interna, que además se ha llevado a cabo sin garantizar el derecho de defensa y sin respetar los procedimientos internos necesarios para ello, no tiene por qué afectar en absoluto a nuestra actividad”. En todo caso, sobre los pasos que vayan a dar el grupo o parlamentarios de Podemos, afirmó que no es “quién” para hablar de ello. “Lo haremos en el momento oportuno. Mi compromiso es no hablar en nombre del resto y lo haremos conjuntamente cuando llegue el momento”, sostuvo.