madrid - Ciudadanos busca romper el corsé de partido urbano y con un perfil de votante de mediana edad para acercarse al caladero rural y al que representan los mayores de 65 años, de cara al próximo ciclo electoral que, salvo sorpresas, arranca en 2019 con las municipales y autonómicas. Según asegura su secretario de Comunicación, Fran Hervías, en la formación están notando un empujón de afiliados y simpatizantes de dicho perfil.

Con más de 23.000 afiliados en casi doce años de recorrido político, la formación naranja ha detectado que en estos últimos meses está creciendo sobre todo en el segmento de la tercera edad y también en muchas zonas rurales -sectores clave para poder tener opción de ganar unos comicios- y a la par “consolidan” su implantación urbana. Para Hervías, la explicación de este crecimiento se debe, entre otras cosas, al hecho de haber afrontado la crisis catalana desde la defensa de un proyecto común para España.

“Los españoles han podido ver que Ciudadanos tiene una idea de país coherente y serio”, argumenta, porque no cambia el mensaje en función del lugar de residencia y eso da “tranquilidad”.

A ese discurso “claro” se suma la victoria en las elecciones catalanas, que, aunque no les permitirá gobernar, catapulta al partido hasta una posición muy ventajosa para las citas electorales de 2019.

Otro de los pilares en los que se asienta su crecimiento, según señala el secretario de Organización, es en las medidas que ha logrado poner en marcha, como la ley de autónomos, el complemento salarial, la supresión del impuesto de sucesiones en Murcia y Andalucía o un modelo económico diseñado a su juicio “para mantener y pagar las pensiones”. Todo eso, relata Hervías, hace que los ciudadanos vean a Ciudadanos “no como una moda”, sino como una solución: “Nosotros ganamos votos trabajando en las instituciones”, asegura.

Ahora, en Ciudadanos creen que es el momento de dejar la barrera de los pactos de investidura para dar el paso de entrar a gobernar allí donde la aritmética se lo permita. “Estamos demostrando que sabemos proponer medidas que se pueden llevar a cabo, que no prometemos el oro y el moro, y que somos buenos gestores, algo que no son ni el PP ni el PSOE”, critica Hervías. Con ese objetivo de gobernar, Ciudadanos tiene un año y medio para implementar su estructura territorial -que estrenó el año pasado-, un armazón que presume de no tener barones y que está muy controlado por la dirección nacional.

Quieren llegar a 2019 con los equipos “cohesionados” porque intuyen que cuantos más grupos municipales tengan, más votos obtendrán en las generales. De acuerdo con sus estudios internos, Ciudadanos obtiene entre un 20 y un 30 por ciento más de sufragios en unas elecciones generales cuando tienen grupo en un determinado consistorio y, por tanto, según Fran Hervías, “hay que hacer un trabajo de implantación” en las zonas donde no tienen presencia institucional.

Sin embargo, en la formación naranja aún no han decidido las estrategias electorales ni las primarias para las candidaturas, que a priori se celebrarán a principios del año que viene. Eso sí, superarán las 970 candidaturas de 2015, sus primeras elecciones municipales en las que consiguieron el 6,55 % de los votos y 1.527 concejales. Según el secretario de Comunicación, “no se obsesionarán” por presentarse en el máximo de sitios, como hacen el PP y el PSOE, sino por tener las mejores candidaturas “para que puedan multiplicar” los resultados.

También tienen que mejorar su posicionamiento autonómico, especialmente en las comunidades donde no tienen representación: Euskadi, Navarra, Canarias, Galicia y Castilla-La Mancha. - Efe